Aclarando NAVIDADES
— ¿Qué aspecto principal de la Navidad no se encuentra en la Biblia y es objeto de las creencias de la gente?
—En la celebración de la Navidad hay un cierto número de hechos que no están en la Biblia: los Reyes Magos, en el Evangelio de Mateo, no son reyes; a partir de tres regalos —oro, incienso y mirra— hemos concluido que son tres personas quienes los ofrecen. Del mismo modo, representamos en el pesebre la vaca y el asno, pero eso solo es una tradición, no tiene fundamento alguno…
—Podríamos decir que por culpa de san Francisco…
—Sí, él fue el que montó el primer pesebre. Los dos animales nos remiten a una tradición profética para dar una especie de marco familiar al nacimiento de Jesús.
La matanza de los inocentes se narra en el Evangelio de san Mateo. No creo que sea del todo histórico, no hay ninguna evidencia que nos lo confirme.
—¿El lenguaje simbólico ha afectado a la aproximación de la gente a la figura de Jesús?
—No estoy en contra de la leyenda, que tiene también un lado poético, imaginario, que le proporciona cierta belleza, siempre que permanezca en el ámbito del lenguaje poético y sin que se le atribuya un carácter histórico.
No deseo que se abandone el modo de celebrar la Navidad a condición de que la gente no se sienta obligada a pensar que las cosas sucedieron exactamente así. Por ejemplo, cuando traducimos con exactitud el término que dice que Jesús nació entre animales, no se está diciendo que los padres habían sido rechazados [de las hospederías]. De hecho, en el momento del nacimiento habría mucha gente en la misma casa proporcionando calor para que el niño pudiera nacer. Eso no es exclusión.
MICHEL QUESNEL (uno de los biblistas más destacados de la actualidad).
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