Asamblea Provincial -Zaragoza- junio 2012 (desde dentro)
Creo que las dos palabras fundamentales en la XV Asamblea Provincial de Zaragoza han sido: Libertad y responsabilidad.
En el mismo ambiente de siempre, sin ninguna clase de presión, ni externa ni interna, sin ningún condicionamiento, cada uno de los asambleístas nos hemos sentido absolutamente libres para manifestar nuestras ideas y sentimientos, sin que nadie haya intentado, en ningún momento, presionar para lograr el pensamiento único.
Esta libertad, con responsabilidad plena, conocedores de que nuestra forma de actuar debía estar sin contaminación alguna para realizar con la máxima seriedad el trabajo encomendado. Desde el comienzo sabíamos que la idea envolvente era la “reconfiguración”, tal y como formulaba la pregunta el P. General.
Sin aspavientos ni obsesiones, con naturalidad, que es la mejor forma de tomar decisiones, fuimos aportando ideas, análisis, pros, contras, hasta llegar, al final, a un Documento razonado y razonable, en el que, con la misma naturalidad del proceso, nadie se sintiese vencedor ni vencido. Simplemente, sumadores de opiniones con el fin de tomar la decisión final del mejor modo posible, para así enviar la respuesta solicitada por el P. General.
Las intervenciones fueron abundantes y los matices aún más; En ocasiones, enfrentados (los contenidos no las personas); aunque en ningún momento, a pesar de las divergencias, nadie intentase imponer el pensamiento único. Cada uno argumentaba, desde su responsabilidad, en plena libertad.
Las distintas intervenciones, con razonamientos de todo tipo, fueron constatando la abundante cooperación actual con las demás Provincias de España, y de otros países, y la apertura a más cooperación, en coordinación discernida.
Como las ideas son ideas, y cada uno pudo defender las suyas, en ningún momento se sintió nadie agredido ni agresor; nunca se identificaron las ideas con las personas ni se cayó en la burda tentación de etiquetar a las personas. No hubiera dicho que la palabra clave fue la libertad, puesto que, las etiquetas, habrían sido una atadura para ejercerla.
También es peligroso el victimismo; me atrevo a decir que se trata de una cierta inmadurez. Lo cierto es que, al final, salió adelante lo que decidió la mayoría, y eso es lo que se refleja en el Documento.
Nadie sintió un gozo morboso por la respuesta negativa, como no se habría sentido si hubiese sido positiva. Se trata, simplemente, de una respuesta, razonada, a una pregunta concreta. Con ella, como es lógico, hemos comprometido nuestra responsabilidad, pero no hemos intentado definir un dogma.
Paulino Sáez López, C.M.
Le agradezco al Padre Paulino las lecciones que yo, un sanguíneo, debo aprender sobre la libertad y la responsabilidad. Ojalá en todas nuestras discusiones nadie se sienta agredido ni agresor y a los inmaduros siempre se les advierta del peligro del victimismo que resulte tal vez del apego, sí, de los inmaduros también a su propia región. A propósito, hago referencia a un artículo en la página web de la Familia Vicenciana, edición en inglés, sobre la apologética razonada y razonable : http://famvin.org/en/2012/07/23/how-to-defend-faith-without-raising-your-voice/. Véase también http://es.gaudiumpress.org/content/37028-La-organizacion–Voces-Catolicas–llega-a-Estados-Unidos-en-medio-del-debate-por-mandato-antinatalista.