Ayuda en forma de alimentos
La solidaridad está presente en todos los rincones de Casablanca y muy especialmente en la parroquia de San Vicente de Paúl del barrio. Un templo localizado en la calle de las Misiones del histórico barrio.
Ahí, cualquier persona que necesite ayuda tiene a su alcance un hombro en el que llorar o un lugar en el que poder hablar o encontrar alimentos de primera necesidad. Una ayuda muy importante en estos momentos de crisis que se dejan notar en muchas familias.
El P. Javier Barrera es el párroco de San Vicente de Paúl. Él mismo señala como «en los tres últimos años se ha incrementado el número de personas que vienen a buscar alimentos. Antes eran más inmigrantes, ahora, la crisis ha afectado a muchas familias del barrio», especifica. Para llevar a cabo esta labor, el sacerdote cuenta con dos aliados excepcionales: el grupo de voluntarias de la Caridad y Cáritas San Vicente de Paúl. Las primeras prestan su ayuda todos los martes a partir de las 18.00 horas en el salón parroquial y la segunda formación los lunes de 17.00 a 20.00 horas, en el espacio que poseen junto al despacho parroquial.
«Vimos la necesidad de ofrecer alimentos a los necesitados y recurrimos al Banco de Alimentos para ver si nos podían ayudar. Así fue, y ahora organizamos cosas conjuntamente en el barrio», dice Javier Barrera. De este modo, los próximos 29 y 30 de noviembre, junto al grupo de voluntarias de la Caridad, se ha organizado una campaña de recogida que se desarrollará durante todo el día en los supermercados El Árbol y Día de
Casablanca, así como en el supermercado de la avenida Gómez Laguna, aunque en este último «los alimentos son para el Banco de Alimentos, mientras que en los otros dos quedan para Casablanca. La parroquia y el grupo de voluntarias los repartiremos», especifica el sacerdote.
Además, del 8 al 15 de diciembre tendrá lugar en la parroquia de San Vicente de Paúl un rastrillo solidario, así como un bingo con el mismo fin que se desarrollará el 15 de diciembre. Ambas propuestas tendrán lugar en los salones parroquiales. «Queremos invitar a todos los vecinos a que colaboren en estas propuestas, así como en la recogida de alimentos no perecederos, toda ayuda es poca en estos momentos», comenta el párroco.
Pero mientras estas propuestas llegan, todos los lunes, desde Cáritas San Vicente de Paúl se acoge a quienes lo necesitan. «Las peticiones se han desbordado en los últimos años», precisa Barrera. Una opinión que también muestran las responsables de esta organización, quienes afirman «que las ayudas se trabajan en red con el centro municipal. Así, hacemos las acogidas y luego tenemos a una trabajadora social que colabora directamente abordando cada caso con las personas, individualmente». En especial destacan por el número de peticiones las ayudas de alquiler, para pagar el recibo de la luz, los medicamentos y las tasas, en especial estas últimas «entre los inmigrantes, ya que tienen que pagar diferentes papeles que tienen un coste y no tienen con qué hacerlo», explican desde Cáritas San Vicente de Paúl.
Otro de los servicios que prestan es el de asesoramiento legal. «Hacemos acompañamientos a sin papeles, familias monoparentales, casos de malos tratos, etc.», apuntan. Luego, «también escuchamos a todo el que lo necesite. Muchas de las personas que acuden a nosotros simplemente necesitan hablar y que alguien las escuche», apuntan desde Cáritas San Vicente de Paúl. Un remanso de paz en un momento en que las necesidades, la soledad y los problemas hacen mella en muchas familias.
Nuria Ansín.
Publicado en el periódico «La crónica Zaragoza-Casablanca», noviembre 2013—N° 16.
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