Caminito de Peñalén… en Albacete
Este IV domingo de Adviento el profeta Malaquías advierte de que de la insignificancia de Belén saldrá el sucesor de David que traerá la paz al mundo. Del mismo modo, del pequeño pueblo de Peñalén salió la bondad de nuestro compañero Marino que, con su buen humor, nos recordaba en la meditación matutina que Jesús podría haber nacido también en Peñalén, pues, además de su “nadería” en el mapa mundial, rima perfectamente con la ciudad natal del Señor. Con estas y otras peripecias comunitarias hemos vivido la última semana de adviento en Albacete.
Antes de comenzar, cabe señalar, que el día 13 de diciembre se tuvo un nuevo capítulo del Aula Social san Vicente, a cargo del P. Javier Aguinaco con el título “Populorum Progresio”. Como se indicó, es una actividad que expandir, pues, en la sociedad y en la vida cristiana se conoce muy poco de la Doctrina Social de la Iglesia.
Y como del ponente al capellán penitenciario no hay diferencia, consta que, en estos días, el equipo pastoral del centro penitenciario han llevado la alegría de estas fiestas a los privados de libertad, por medio de cantos, dulces y palabras de aliento.
El domingo 16 se celebraba, en la parroquia san Vicente de Paúl, el X festival de villancicos. Ataviados con las mejores galas y con grandes risas, los diversos grupos iban cantando para felicitar “las pascuas navideñas” tal como se dice por estas tierras manchegas. Al final, se sorteó la cesta que quien se la llevó a casa no tuvo nada que envidiar al ganador de la Lotería Nacional.
Durante toda la semana hemos estado colaborando en las diferentes celebraciones del perdón que se han ido desarrollando en las parroquias de nuestro Arciprestazgo, en el Asilo de ancianos de san Antón y en el colegio de la Inmaculada. Además, tuvimos la oportunidad de compartir las felicitaciones de los chavales del colegio del Ave María y del Diocesano en los templos de nuestras dos parroquias.
El jueves por la mañana, las Hijas de la Caridad de Las 600, invitaban a la Familia Vicenciana y a sus colaboradores a una sencilla oración y posterior comida en su humilde morada del barrio albaceteño. Allí pudimos compartir algo más que trabajo con todos aquellos con los que nos encontramos casi a diario.
Finalmente, en las vísperas del viernes, escuchamos la representación que prepararon los niños del Proyecto de Infancia con los que terminamos cantando y bailando los villancicos tradicionales.
Así es como se ha desenvuelto la III semana de adviento en Albacete. Intensa pero gozosa. Con ganas de ir a por setas a Peñalén.
Josico Cañavate, C.M.
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