Consejo Provincial en Teruel
Se había comentado en la sesión de abril del Consejo la posibilidad de celebrar la siguiente en Teruel con el fin de hacerse presentes en la casa y facilitar después una jornada de convivencia festiva a los consejeros. Así se hizo a últimos de mayo. El día 28 celebraba el Consejo su reunión en la sala de la comunidad de Teruel y atendía a los varios asuntos. Y el día 29 se dedicó la jornada a una excursión cultural y recreativa.
La mañana de intensa lluvia no impidió que todo el Consejo, más la compañía amable del P. Muneta, se pusiera en camino hacia las tierras del Maestrazgo. Son tierras de limpia identidad y larga historia; de pueblos muy cuidados y paisajes atrayentes. Tierras, además, que conservan aún resabios carlistas que tanto resonaron a lo largo de la mañana.
Empezamos visitando Cantavieja, con su preciosa plaza y su imponente iglesia. Nos adentramos en el amplio salón de plenos del Ayuntamiento y en la espaciosa parroquia. Desde allí, nos encaminamos después hasta Mirambel, donde recorrimos sus entrañables calles y nos asombramos ante sus sólidos palacios. No podía faltar a continuación la parada en Iglesuela del Cid, de tantos recuerdos para nosotros. Nos acercamos hasta la que fue casa de los misioneros y aún podíamos identificar el color y las formas de aquella vivienda. Habiéndole preguntado a una señora del pueblo por los paúles, decía que de eso hacía muchos años, pero quedaba memoria. Nuestra última parada fue en Mosqueruela, población que estaba en fiestas por la Virgen de la Estrella, y lugar donde pudimos disfrutar de una sabrosa comida.
Ya a partir de ahí, nos fuimos despidiendo porque había que volver a las comunidades. Regresábamos con el buen sabor de todo lo hermoso que contemplamos y de todo lo bueno que compartimos. Y queda para una próxima ocasión el compromiso de otras experiencias similares.
S. Azcárate Gorri, C.M.
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