Cultura vocacional en la provincia de Zaragoza

Humildes presencias

Múltiples conferencias, cartas, alocuciones, documentos… nos remiten a que la labor de la Pastoral Vocacional debe estar inserta, de manera transversal, en todas las demás pastorales. También, los expertos nos animan a estar en los foros y lugares donde los jóvenes, y, sobre todo, los jóvenes cristianos están presentes en nuestra época. Finalmente, se nos habla, por diferentes vías, de la importancia de la cultura vocacional donde todos nos sintamos corresponsables de trasmitir nuestra vocación a las nuevas generaciones, y se lo hagamos sentir a todos los que colaboran con nosotros.   

Por otro lado, y lo más importante, es, sin duda, la constante oración que sostiene nuestra propia vocación y la que se eleva para que otros respondan a la llamada que Dios les hace para entregar su vida como misioneros en la Congregación de la Misión. 

Sin todo lo anterior, las pequeñas actividades que vayamos realizando en pos de la Pastoral Vocacional carecen de sentido al no estar enraizadas en Aquel que nos nutre con su esperanza y nos da la fuerza para seguir viviendo con frescura nuestra propia llamada y poder trasmitirla a los demás. Y, por el contrario, con todo ello, esas pequeñas aportaciones, siguen sembrando la semilla vicentina que recibimos hace casi cuatrocientos años; con la esperanza de que el Dueño de la mies y el Creador haga crecer y fructificar el don que puso, un día, en cada uno de nosotros.

De este modo, nuestras pequeñas aportaciones intentan estar enraizadas en Cristo, el Evangelizador de los pobres, e intentamos trasmitirlo en los lugares donde se nos permite estar presentes. 

Una de esas presencias se realiza en el Colegio María Inmaculada de Albacete donde, a lo largo de este curso, los misioneros paules de esta comunidad, hemos ido interviniendo según se nos requería por parte del equipo de Pastoral. Las últimas actividades realizadas han sido los talleres de cuaresma, en la última semana de marzo, donde se ha pasado por todos los cursos (de 5º de primaria a 4º de la ESO) para compartir sobre el don del perdón y la reconciliación cristiana. De ahí, se pasó, en los días sucesivos, a la confesión. Luego, tras la Semana Santa, el día 11 de abril, se celebró la eucaristía de Pascua en la capilla recién restaurada dentro del centenario del centro educativo. 

Otras humildes intervenciones se están realizando, de forma esporádica, en el colegio del Ave María, donde están escolarizados muchos de los niños de nuestros barrios de La Estrella y La Milagrosa. Eso nos permite darnos a conocer por la juventud de las calles de nuestros lugares pastorales donde los alumnos, que son también vecinos, nos saludan al pasear por las diferentes vías a las que están circunscritas nuestras parroquias. 

Otros pequeños eventos para seguir mostrando la Pequeña Compañía, por requerimiento de los responsables, serán, unas charlas en la clase de religión a los alumnos de 3º y 4 de la ESO del IES Tomás Navarro Tomás de la capital albacetense (18-19 abril), la celebración de Santa Luisa en la cercana localidad alicantina de Villena, la participación en al Asamblea General de JMV España (12-14 mayo) y la celebración del Encuentro Internacional de Jóvenes Vicentinos y Jornada Mundial de la Juventud de Portugal en este verano. 

Juntos, con ardiente cultura vocacional, todos los miembros de nuestra provincia de Zaragoza nos sentimos animados, por el propio Jesucristo, a seguir trasmitiendo, con esperanza, la hermosa vocación que Dios nos regaló a cada uno de nosotros en todas nuestras actividades pastorales y en las posibles presencias que se nos requieran de manera extraordinaria. Seguimos, con ello, pidiendo al Señor el gran regalo de nuevas y santas vocaciones a la Congregación de la Misión, en España, en Honduras y en el mundo entero: 

Señor somos tu Pequeña Compañía
de la Congregación de la Misión
y queremos seguir “siéndolo”.
Te pedimos, si así lo ves bien,
y confiando en tu Providencia,
que envíes nuevos misioneros,
que, aunque sean pocos sean buenos
para seguir siendo en tu Iglesia,
la siempre tuya, y hasta que tú quieras,
Pequeña Compañía.
Amén.

Josico Cañavate, C.M.