Desde un autobús cualquiera

Buenas tardes. Lerma (Burgos). Autobús a punto de partir. Dirección Bilbao. 30 de abril. Ayer (mas o menos a esta hora) pasamos de largo. Dirección Madrid. Desconozco estos hábitos del parar-no parar. A mí me gusta siquiera sea por estirar las piernas y aspirar el siempre frío vientecillo que sopla en las inmediaciones. Son las 18:35. Hemos salido a las 16:00. A nuestra vera estaciona el gemelo a Madrid.

Por la mañana hemos despachado la tercera reunión de la C0400. Hace unos días era con motivo del carisma vivenciano; desde Roma nos sorprenden con un año acerca de los ruteros sin destino que, dicho en lenguaje palatino-vaticano, es similar al fui peregrino y ni un vaso de vino. Poco más. Por lo leído será un tema a tratar de forma imprevista en la próxima Asamblea General y, no hay que ser muy listo, en la correspondiente Provincial. Ojo al dato.

Viaje rápido que no violento. El autobús es cómodo incluida, en este caso, la pantallita personalizada de televisión con todo tipo de conexiones. Veo la etapa de la Vuelta ciclista a Romandía y me entero del triunfo del Real Madrid. Lleguo a Madrid antes de la cuenta y puedo saludar a varios conocidos. Imposible ir a Colmenares. Lo siento, sobre todo, por Paulino a quien debo mesa. Estamos en cuadro y me toca Parroquia. Trabajo sencillo pero hay que estar. Al margen quedan unos ejercicios por evaluar y unas webs que alimentar. Pocos se imaginan lo que comen estos artilugios nubosos aunque dicho sea sin rencor dan ganas, en ocasiones, sobre todo vicencianos,  de ahogarlo en su propio éxito.

Pasamos por el extrarradio burgalés. Peaje. Tengo el oído saturado de la conversación más que privada de una individua del asiento posterior. Lleva media hora y, por lo visto, no tiene ganas de parar. Irracional en estado puro. Antes aguantabas la película de turno; ahora la conversación con aquel que te soporta al otro lado de la línea. De momento despelleja a una de sus compañeras o colegas de turno. Digno de gravarse. Son las 19:20. Desconecto.

Son las 19:50.Pancorbo. La  individua sigue. Joder… Es peluquera y ha tenido conflicto con el jefe… uffff…ufff…Pueden imaginarse la sarta de improperios  y esquisiteces lingüísticas… Observo algunas miradas del entorno. Habla de una “Cris” que debe ser el paradigma de la astucia. Lo desconozco pero la hablante no es más estúpida porque el autobús no es más grande. Son las 20:00. Desconecto la tablet. La sujeta (¡vaya jeta!) sigue…