Dia de la provincia, zona sureste. Encuentro final de curso en Levante (12-06-17)

Razones de agenda, en las distintas comunidades vicencianas de la zona  de Levante, aconsejaban trasladar el encuentro de final de curso, y, a la vez, del día de la Provincia, al lunes 12 de Junio.  Y cumplimos el cometido con buen ánimo y estricto protocolo. La casa elegida para el evento fue Albacete, no sé si por ser la más céntrica, por ser la comunidad   más numerosa,   porque ofrece las mejores condiciones de hospitalidad y servicio, o por todas estas razones a la vez. De cualquier forma, agradecemos la distinción.

Aunque, por razones de servicio hospitalario, no pude estar, desde el principio, en la acogida de los hermanos,  puedo testificar, después de una fidedigna información, que  fueron recibidos con todos los honores, como se merecen: con buen humor, brazos abiertos y sonrisas de franca amistad.

Llegados los más rezagados, pasaron al comedor de la Comunidad, donde les esperaban humeantes chorizos con los acostumbrados complementos, regados con buen vino, y amenizados  con el buen humor de los comensales, en el que se distinguieron, como siempre, Chema, Pedro y Juan Julián Diaz Catalán, según testigos presenciales.

Estos fueron los privilegiados que pudieron asistir a este encuentro final  del curso 2016-17, en nuestra casa: Paulino, que celebraba las bodas de oro sacerdotales, por Madrid; Javi, Pedro, Patricio e Israel, colombiano, por Valencia; Chema y Juan Bautista, por Cartagena; la comunidad en pleno por Albacete, excepto Helios que, por razones de organización de las vacaciones de la Comunidad, ha adelantado su mes de vacaciones a este mes de Junio. Queda por reseñar que Marino celebra este año las bodas de oro vocacionales.

Acabado el tiempo  designado para este primer ágape fraterno, se pasó al tema señalado para el diálogo . El tema escogido para este último encuentro fue el que correspondía al tema 3 elaborado por la comisión de estudios del   400 aniversario del carisma vicenciano, que tiene por titulo “Carisma. Vocación, espiritualidad y  Misión compartida”.

 El enunciado del tema es tan amplio que, obviamente, hubo que acotar las ideas principales y centrarlas  en lo que nos toca más directamente en el día a día de la vida comunitaria y  ministerial. El tema dio mucho de sí y hubo momentos de intenso intercambio de ideas. Destaco las  que, según me han informado, afloraron con más intensidad.

Es cierto que, por el bautismo, nos incorporamos a la iglesia de los pobres. Pero, para dedicarse, en exclusiva, a los pobres, se necesita una vocación. Este es el sentido de la vocación vicenciana. Esa es nuestra identidad. No tenemos otra mediación  para vivir nuestra vocación, nuestra misión, que .los pobres.

Hablamos mucho de vocación compartida, pero la misión compartida no es solo trabajo, sino también relación personal; no sólo palabra, sino también silencio y oración; no sólo acción, sino también contemplación. Es necesario cultivar el estar juntos, sin agendas, sin proyectos, sin planes concretos. Estas ideas se barajaron de mil formas, con aportaciones muy variadas e interesantes. Compartir vocación, espiritualidad y misión nos está nos urgiendo afinar cuidadosamente los siguientes aspectos de la vida comunitaria:

  • Unas relaciones cálidas y frecuentes, marcadamente fraternas, que se fundamentan en el mutuo conocimiento.
  • Formación permanente, sobre todo, en lo que constituye el alma de nuestra vocación común, la espiritualidad vicenciana, que fluye directamente de San Vicente.
  • Colaboración en el trabajo de servicio al pobre y de su dignificación.

Esta familia ganaría mucho en orden. intensidad y extensión, si las coordinadoras nacional, regional y local, funcionaran debidamente y fueran el alma impulsora  de una misión compartida operativa.

Valoramos los esfuerzos y trabajos de la coordinadora nacional; nos  está ayudando a celebrar el acontecimiento del 400 aniversario del carisma. Pero queremos esperar que su trabajo no acabe aquí. A la vez, esperamos que las coordinadoras regionales y locales sigan dando pasos en su constitución y afianzamiento.

La misa fue presidida, por derecho propio, por el P. Paulino, por celebrar éste  sus bodas de oro sacerdotales, haciendo de concelebrante principal el P. Marino,  que celebra, a su vez, las bodas de  oro vocacionales.

Con su habitual elocuencia y fuerza persuasiva, Paulino nos habló en la homilía de distintos tipos de pertenencia, que  sería prolijo detallar. Sí que quiero resaltar,  de sus muchas ideas incisivas, la pertenencia jurídica y la afectiva, que son los dos pilares fundamentales de adhesión o pertenencia a la Congregación o  a cualquier otra institución vinculante. De estos dos tipos de pertenencia resalto las siguientes ideas.

El sentido de pertenencia no es una inquietud de este o de aquel, en el momento actual; es una inquietud casi general, seguramente porque la pertenencia jurídica es, a todas luces, insuficiente. Esa pertenencia jurídica aparece, de hecho, como una pertenencia más bien externa, que, por sí sola profundiza poco y puede conducir a una afectividad más bien mecánica. Por eso, en ocasiones, se manifiesta, en actitudes de neutralidad, incluso de cierta desilusión.

La pertenencia jurídica es, en sí misma, fría. Por eso es imprescindible enriquecerla con la pertenencia afectiva, que es la que da calor y sentido auténtico a la pertenencia jurídica.

En algunos ambientes, por supuesto en algunas personas concretas, se da inquietud y desánimo, porque la pertenencia afectiva no se crea de repente, sino que se va creando lentamente, mientras se vive y se convive.

Los cantos elegidos para esta celebración eucarística dieron calor y sentido de pertenencia afectiva a todos nosotros, y nos hicieron revivir los momentos más álgidos de nuestro encuentro en la vocación vicenciana. El eco de estas vibraciones, “Te seguiré, Señor, a donde quiera que vayas”; “Enséñanos a amar, Vicente de Paúl”, todavía resuenan en nuestros oídos.

Y, terminada la comida, y los últimos coloquios, fundidos en el abrazo de  despedida, nos deseamos mutuamente el más gozoso de los descansos veraniegos.

Félix Villafranca, C.M.

David Carmona, C.M.

David Carmona, Sacerdote Paúl, es canario y actualmente reside en la comunidad vicenciana de Casablanca (Zaragoza).

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