Dios también se extresa en inglés – Cartagena
Dios también se expresa en inglés en una iglesia de Cartagena
El párroco filipino de la iglesia de San Vicente de Paúl oficia misas en ese idioma desde hace dos años.
Suena el órgano en la parroquia de San Vicente de Paúl, en pleno corazón del Ensanche. Hay más de veinte personas en pie y, como cada domingo a las seis de la tarde, el párroco Wilson Figueroa las anima a subir al ambón para recitar un pasaje de la Biblia. El resto de fieles escucha la lectura. También la leen en una pantalla gigante, instalada en una esquina de la iglesia, para no perder detalle. Hasta aquí, todo es normal. La particularidad es que ésta es la única misa que se oficia en inglés en Cartagena. Acuden belgas, ingleses, ghaneses, y nigerianos, residentes en la ciudad, a escuchar la palabra de Dios en su lengua materna. También estudiantes Erasmus, profesores bilingües y jóvenes que sienten curiosidad por mejorar su nivel. «Esto es como si fuera una academia abierta al público. De una forma interactiva y gratuita, sirve para hacer ejercicios de ‘listening’», recalca Figueroa.
El padre Figueroa es filipino y reside en España desde hace 25 años. Era párroco en Zaragoza, hasta que hace tres años lo destinaron a la iglesia de San Vicente de Paúl. «Me llamaron para sustituir a uno de los padres paúles, que estaba enfermo», recuerda. En 2016 tomó la decisión de, cada domingo, destinar cuarenta minutos a que los extranjeros como él se sientan como en casa y escuchen la palabra de Dios en su lengua de origen. La parroquia, ubicada en la calle Ramón y Cajal, es «muy céntrica y pasan muchos inmigrantes con necesidades».
Los dueños de los yates
Un día, un grupo de ghaneses y senegaleses le dio la idea. «Además de asistirlos en la alimentación y en las necesidades básicas, vimos la posibilidad de hacer una misa para ellos. Maduré la idea y fui a una tienda especializada a comprar una Biblia en inglés», rememora Figueroa. Ahí empezó todo. Luego, los padres paúles corrieron la voz: dieron con una comunidad de filipinos e ingleses, afincados en Los Alcázares y El Algar, principalmente, y actualmente también van extranjeros que tienen sus apartamentos en Cartagena. También «los dueños de los yates, que pasan unos días en la ciudad mientras Navantia les repara los barcos», asegura.
El padre Wilson reúne a más de 30 fieles; hay instalada una pantalla gigante para seguir los pasajes de la Biblia
De las seis personas que acudían los primeros meses, Figueroa ha conseguido reunir ya a una comunidad cercana a los treinta fieles. «Esto ya es algo fijo, no suspendemos ninguna misa, ni siquiera en verano», sostiene. Los últimos en apuntarse son cartageneros. «Tienen un nivel cultural más alto, porque hablan dos o tres idiomas y son profesores», añade el cura filipino.
Uno de ellos es Félix Martínez, que da clases en la escuela de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica. Su mujer es extranjera y lleva a sus hijos al templo de Ramón y Cajal para que empiecen a familiarizarse con el idioma. «Me gusta mucho. El inglés de la Biblia es muy poético, culto y elaborado, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. También es muy bueno para acostumbrar a los niños. Hay que aprovecharlo, es un privilegio. Hay pocas ciudades donde se oficie una misa así y encima con un cura cuya lengua materna es esa», relata este docente, que ha tenido estancias en Inglaterra, Alemania e Israel.
«Es un privilegio»
El párroco divide la misa en cuatro cantos, basados en un inglés académico, formal y más elevado del que se habla en la calle. «Llegamos a personas extranjeras, pero también a aquellas que tienen una buena base e inquietud por aprender. En Navidad somos unas 40 personas, porque vienen cartageneros residentes en Londres a pasar las fiestas. También Robin, un hombre de la India. Recuerdo el caso de un chico, que era Erasmus y antes de regresar a su país quiso regalarme una planta, como muestra de agradecimiento. Hacemos participar a la gente y los extranjeros encuentran aquí un punto de encuentro, un lugar donde se sienten como en casa, donde no sobresalen».
El padre Figueroa no se detiene ahí y quiere hacer más cosas para ayudar a los inmigrantes. «Nuestra idea es dar difusión, pegar carteles y salir a la calle para encontrar más inmigrantes a los que les pueda interesar. En un futuro, ojalá llegue el día en que podamos formar un buen grupo, y organizar actividades paralelas a la misa. Que la iglesia sea un punto de encuentro para ellos. Una vez nos solicitaron uno de los salones, para celebrar un cumpleaños. Esa es intención: que el día de mañana aquí puedan organizar comidas de hermanamiento y se sientan como en casa», resume con ilusión este filipino de 49 años. «Ahora somos pocos, pero son personas honradas, humildes, que se entregan y están activas».
Figueroa da clases a mujeres sin estudios en Lo Campano
El padre filipino Wilson Figueroa está sacando partido de sus tres años en la ciudad. Además de ser el párroco de la iglesia de San Vicente de Paúl, y haber formado una comunidad de extranjeros todos los domingos por la tarde, también oficia misas en castellano en el barrio de Lo Campano. Allí está más a menudo que en el templo de la calle Ramón y Cajal, pues desde el año 2016 acude los miércoles por la tarde a aprovechar su dominio del inglés, su lengua materna, para enseñarlo. Figueroa da clases a las mujeres sin estudios de esta popular zona de la ciudad. «Son señoras que en su momento no pudieron sacarse la Educación Secundaria, y están interesadas en que les dé clases. Llevamos ya casi un curso y medio. Nos juntamos, quienes pueden venir, en la iglesia», ubicada en la calle Dragó. El padre filipino ya ha tenido la oportunidad de conocer de cerca a los residentes de Lo Campano, un barrio asociado a la marginación y al tráfico de drogas. La Policía suele desmantelar allí garitos, utilizados como puntos de venta al menudeo. «Es un barrio humilde y muy pequeño, con algo más de dos mil habitantes. Está claro que es un barrio asociado a la marginación y a la exclusión. Afortunadamente, hay una comunidad importante de vecinos para ayudar a las personas y cambiar las cosas», asegura.
Rubén Serrano Cartagena
Cartagena, 30 enero 2019
(Periódico digital “LA VERDAD”
https://www.laverdad.es/murcia/cartagena/dios-expresa-ingles-20190130011257-ntvo.html)
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