Textos para la Historia de la CM en España (14 de febrero de 1722)
Carta del P. Barrera, contestando a las del Dr. Miguel Sastre. arcediano de Mallorca
He recibido la de Vm. por mano de su deudo, y he reconocido en ella la buena disposición de su espíritu, el celo verdadero que le anima y que Dios (a lo que parece) ha tomado a Vm. por instrumento suyo para un señalado bien espiritual de esa isla. En esta su casa han hecho los ejercicios espirituales para ordenarse muchos mallorquines que el Ilmo. Sr. D. Fr. Francisco Antonio de la Portilla, Obispo de esa ciudad y reino, ordenó en esta ciudad, y de lo que dichos Srs. mallorquines nos referían de esa isla, ellos y nosotros entendíamos, que sería de grande importancia la fundación de nuestro Instituto en ella, así para el estado eclesiástico como aun por el gran bien de las misiones de los aldeanos y ejercicios espirituales que se dan a todos los que se quieren retirar por algunos días. En fin, yo alabo a Dios que tiene ya prevenida en los buenos deseos de Vm. esta santa obra la cual ha de ocasionar al buen señor D. Pedro Francisco Bersotti y más a Vm. muchos grados de gloria en el cielo, siendo medio para que se salven y sean más santos muchos en lo venidero.
Acerca de lo que Vm. tiene otorgado en su testamento de la Mitad de sus bienes con el predio, casas y librería,; debo decirle, que dicho fondo será un poco escaso por los muchos gastos que trae consigo nuestro Instituto; porque primeramente debe la casa sustentar a todos sus individuos, dándoles vestidos exteriores e interiores con todo cuanto han menester, sin que se les permita por ningún caso pedir o recibir de sus deudos o amigos cosa alguna para su particular servicio, sino que todo lo que es razonable según nuestras reglas, lo debe suministrar la casa. 2. Estamos obligados a hacer las misiones a nuestros gastos, sin poder recibir en dicha función el más mínimo regalo que nos ofrezcan. 3. Todos los que se quieren retirar a hacer ejercicios los debemos tratar honradamente sin poder pedirles retribución alguna, ni inducirles aun indirectamente a que nos den; mas si ellos de suyo nos hicieran alguna limosna, la podemos recibir, lo que solo es prohibido en las misiones. Mas en los ordenandos que los señores Obispos envían, si dichos Ilmos, los obligan a dar alguna ayuda de costa para su sustento, también tenemos declarado, que en dicho caso se pueda recibir. Conforme a todo esto podrá Vm. discurrir fácilmente que el fondo que ha ideado dejar para la nueva fundación, es algo corto; y de esto le puedo dar alguna razón por la experiencia de lo que nos ha acaecido en esta fundación de Barcelona, que se hizo con poco fondo, y nos hace ir reventando llenos de deudas y pobreza. Sin embargo, Dios no deja de proveer en sus casas, si en ellas se procura vivir según las reglas; por cuyo fin doy a Vm. la noticia, que viniendo el caso de esa fundación, no la rehusaremos; mas la procuraremos cumplir en el término que Vm. prescribe en su testamento, fiados en que Dios suplirá lo que faltare. Remito a Vm. una noticia de nuestro Instituto impresa y le prometo el secreto de sus santas intenciones, y ya en esta su casa le pondremos en el número de los bienhechores, ofreciéndonos gustosos para cumplir las órdenes que Vm. se servirá dispensarnos.
Dios guarde a Vm. muchos años. Barcelona y febrero, 14 de 1722.
SALVADOR BARRERA
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