Textos para la Historia de la CM en España (26 de junio de 1835)
CARTA DEL P. CODINA SOBRE EL NOVICIADO DE LAS HIJAS DE LA CARIDAD. (26 de junio de 1835)[1]
«Exmo. Señor.
El rl. Noviciado de hijas de la Caridad de esta Corte, cuya dirección me está confiada desde el año 1827, está en vísperas de su total aniquilamiento.
Carece hasta de alojamiento y necesita de 15.000 reales anuales para proporcionárselo. Para su manutención tiene designados por los SS. Reyes Fundadores y sus Patronos especiales, tres pensiones …
Todas estas pensiones están en el día reducidas a la nulidad.
La primera con 14 meses de atrasos … : no hay esperanza de poder percibir un maravedí por falta de fondos.
La segunda jamás se ha cobrado. Y la tercera, según me ha asegurado el Sr. Colector Gral. de Expolios, no hay esperanza de cobrarla hasta después de la recolección de frutos del presente año.
Se halla por tanto el Noviciado, no solo privado de todos los medios para subsistir, sino también cargado con 15.000 reales para pagar donde habitar.
En este estado es imposible subsistir una Comunidad, que consta de 41 Hermanas; y bien pronto subirá a 70, luego que se recojan él las que hay ocupadas en el servicio de los Hospitales Militares de Vitoria y Pamplona, que el Gobierno de S. M. entrega, mediante Contrata, a ale Empresa mercantil.
Después de haber sufrido este Noviciado muchos gastos para proporciona_ cerca de 30 de sus individuas para dichos Hospitales, en los que han padecido cuantos horrores, privaciones y vejámenes se pueden imaginar, se ve en la precisión de abrir sus puertas y recoger de nuevo en su seno a tantas de sus hijas, que han hecho los sacrificios más heroicos a favor de las Tropas de S.M.; y con el dolor de no poderles proporcionar sino una ración de hambre, con la que bien pronto acabará su miserable existencia.
Agregaré a ésto que la tercera parte o la mitad de las expresadas Hermanas se compone de achacosas y estropeadas en el servicio de los pobres:
Este es, Exmo. Señor, el verdadero estado de este Noviciado, de cuya subsistencia depende la de 33 Establecimientos piadosos, que están a cargo de las Hijas de la Caridad; pues aquí se crian todas, y de aquí salen las que deben reemplazar a las muchas que mueren en el ejercicio de sus penosas funciones.
Si no es socorrido de pronto este Establecimiento, me veré en la precisión de suplicar al Gobierno de S.M. se digne hacerse cargo de las hermanas enfermas e inutilizadas, destinándolas a algún Hospital, donde sean asistidas hasta el fin de sus días; y de repartir las útiles, como supernumerarias, a los varios Establecimientos de España; a no ser que se juzgue más expedito y ventajoso enviarlas a América meridional, para donde las piden con la mayor instancia.
Espero que V.E., teniendo en consideración lo expuesto, se servirá resolver lo que sea más conveniente.
Dios guarde a V.E. ms. as. Madrid 26 de Junio de 1835.
Exmo. Señor.
Buenaventura Codina
Exmo. Sr. Duque de Rivas Secretario de Estado del Despacho de la Gobernación»
[1] HERNÁNDEZ, MªC.: “Las Hijas de la Caridad en España. Documentos” 342-343
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