Textos para la Historia de la CM en España (7 de mayo de 1854)
EL CASO ARMENGOL (2): CARTA AL SUPERIOR GENERAL. (7 de mayo de 1854)[1]
Los Misioneros españoles más respetables por su edad, saber y virtud, no ven claro el asunto. El 7 de Mayo de 1854, escriben al P. General los Sres. Escarrá, Santasusana e Igués:
«El más delicado y más grave, a nuestro modo de ver, es el siguiente: Todos los Consejeros del Visitador tememos que el Sr. Madám con el Sr. Armengol solicitan la separación de nuestra provincia del jefe de la Congregación. Los motivos de nuestro temor helos aquí:
1.° Los antecedentes del Sr. Madám, que es partidario de la separación, con la esperanza de ser colocado en un puesto honorífico, que de otro modo no lo obtendrá jamás …
2.° La conducta del Sr. Armengol respecto del Sr. Madám. Le concede todo lo que le halaga. Le permite la mayor parte de los días estar casi siempre fuera de casa … En fin, el Sr. Madám es su principal confidente.
3.° Los disgustos e inquietudes que le han ocasionado vuestras advertencias.
4.° La idas y venidas, que se nos procuran ocultar, del Sr. Madám cerca de los Ministros. Todo esto bien considerado nos parece que, aunque no sea suficiente para dar un juicio definitivo basta para sospechar fundadamente …
El Sr. Madám cuenta con muchos medios: es muy hábil en los negocios; tiene relaciones con personas poderosas de todos los matices; el Sr. Sartorius, Presidente de Ministros, y el Sr. Domenech (progresista), Ministro de Hacienda e interino de Gracia y Justicia, aprecian mucho al Sr. Madám y a veces se sirven de él. Además, el Sr. Madám es muy vidrioso y todavía no ha recobrado el espíritu de nuestra vocación, y mientras no lo recobre, será más perjudicial que útil a esta Casa-Noviciado. Pero el Sr. Armengol no ve en él más que virtudes y cualidades relevantes …».
A fines del mismo mes, el Sr. Amat, desde Madrid escribe al P. Etienne:
«… No conviene de ningún modo que echéis al Sr. Madám de la Congregación, ni que cambiéis por ahora al Sr. Armengol. El mejor remedio sería que el Padre Santo le llamara para darle cualquier destino: es hombre de talento, y muy apreciado por las autoridades eclesiásticas y en estado de hacer mucho bien fuera de la Congregación. Otro medio menos eficaz, si se pudiera alcanzar del Sr. Armengol que lo enviara a cualquier sitio o a una casa con sujetos que no se dejasen seducir y donde no tuviese comunicación alguna con las Hermanas; pero sin que él se dé cuenta, porque de lo contrario sería echarlo todo a perder».
Un mes más tarde avisa también el Sr. Santasusana al P. General, de que el Sr. Madám no hace más que sembrar discordias entre las Hermanas y que no estarán seguros hasta que el Sr. Madám salga de Madrid.
Escarrá advierte, también, que busque medios de sacar de España al Sr. Madám, para salvar las dos Compañías[2].
[1] HERNÁNDEZ, MªC.: “Las Hijas de la Caridad en España. Documentos”. 431-432
[2] PARADELA, B.: Resumen Histórico…pp.389-392
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