Ejercicios espirituales en Pamplona de los estudiantes de formación inicial
El jueves 8 de abril del 2022, llegábamos a Pamplona cuatro chicos, dispuesto a vivir una experiencia espiritual mediante los ejercicios espirituales. Athanase Vmovondo y Gildas Mette (seminaristas), Manuel Mora (discernimiento) y José Pedro López (estudiante).
Fuimos bien acogidos en la comunidad de la Medalla Milagrosa de Pamplona y por el Padre José Luis Induráin (quien nos predicó los ejercicios espirituales). Nos instalamos en el área para estudiantes, lugar que estaba bien acondicionado para los ejercicios.
Empezábamos cada día con el rezo de las Laudes, seguidamente un texto para la oración y meditación. Después de haber desayunado teníamos nuestra primera charla. Luego nos quedaba un espacio de tiempo para meditar y rezar personalmente. Antes de la comida rezábamos el Santo Rosario. Por la tarde teníamos la segunda charla con su respectivo tiempo para la meditación y oración, oración personal según las necesidades de cada participante. Antes de la cena celebrábamos la Eucaristía con vísperas. Había disponibilidad para realizar el sacramento de la reconciliación a lo largo del día. Finalmente concluíamos la jornada diaria con el rezo de las Completas. Todos estos momentos de oración acompañados por el P. José Luis y también tenían disponibilidad de horario para charlar personalmente con él.
El VIERNES, primer día, la primera charla Estaba titulada “Con amor eterno te amé”. Fue tiempo para reflexionar sobre el amor con que Dios nos ama para llamarnos y comprometerse a estar a nuestro lado. La unión con ese amor es la que nos garantiza la felicidad en este mundo. Pero ese amor también nos exige conversión, la cual, es tarea de todos los días. La segunda charla: “Nuestra Vocación es la santidad”. La llamada a un amor infinito, un amor que lo es todo. Las Constituciones, las Reglas comunes y la fidelidad a nuestro carisma son herramientas que nos mantienen en el camino hacia la santidad.
Sábado, segundo día. Comenzamos las charlas sobre las cinco virtudes Vicencianas. Primera charla: “La sencillez”. Vicente la llamaba “mi Evangelio”. Ella consiste en decir la verdad tal que la pensamos sin doblez. Es la virtud de la transparencia. Pero ella va siempre con la prudencia que según san Vicente » son hermanas gemelas”. En resumen, nos decía P. J Luis, que » la sencillez es la virtud del ser porque el sencillo es sencillo y no sólo lo aparenta; la prudencia es la virtud del entendimiento práctico, no del especulativo, porque ella nos ayuda a elegir los medios, los modos y los tiempos para actuar bien y para solucionar rectamente los casos concretos. Segunda charla: La humildad. Según nuestro predicador, es la virtud de la verdad, la virtud del cimiento de la persona. Ella nos mantiene en la misma actitud humilde de Jesucristo. Por ella, se conquista el cielo. Es por ello que dice san Vicente, que sea ésta nuestra contraseña. Al ejemplo de nuestro Señor, hemos de revestirnos de esta virtud, porque de la misma manera que a Dios le encantan los sencillos, da su gracia a los humildes, porque viven en la verdad y poseen una gran confianza en Dios, al mismo tiempo que aceptan amorosamente depender de Él”.
El domingo, día del Señor y domingo de Ramos, fue un poco diferente. Tuvimos la Eucaristía en la iglesia de la Milagrosa, celebrando la entrada de Jesús en Jerusalén y comenzando así la Semana Santa. Por la tarde, además de la dinámica ordinaria de los Ejercicios, tuvimos una Hora Santa delante del Santísimo, donde íbamos rezando a la vez que descubríamos y meditábamos la vida de grandes santos misioneros: Pablo, Francisco Javier, Vicente de Paúl, Luisa de Marillac y Teresita de Lisieux. Todos tenían algo que decirnos. En las charlas reflexionamos con la virtud de la Mansedumbre y la mortificación. Damos gracias a Dios por este día.
El lunes (comienzo de la Semana Santa), la primera charla trataba sobre la virtud; El Celo del misionero. Profundizamos en la acción misionera de Jesús, misionero por excelencia. Luego sobre nuestra vocación vicenciana, nuestra respuesta comprometida para con los más necesitados. También, sobre los vicios opuestos al celo. La segunda charla: “La regla de la misión es Cristo”. Jesucristo como centro de la vida del misionero, el Cristo llamado vicenciano, el misionero debe de revestirse del espíritu de Cristo. Esos fueron los temas centrales de esta charla.
“El último día (martes Santo) fue importante tal como los demás. Y el padre José Luis ha elegido como tema de las dos charlas, los dinamismos espirituales. La razón era para ayudarnos a practicar cada día, un ritmo de vida espiritual activa según los elementos que encontramos en las constituciones capítulo IV. Porque durante los demás días, nos ha dado los elementos para construir una vida espiritual siguiendo el ejemplo de san Vicente de Paúl. Y los dinamismos nos ayudan a integrar estos elementos en nuestra vida de cada día. Por eso, hemos empezado el día reflexionando sobre el silencio de Dios en la meditación de las Laudes. Un silencio lleno sabiduría que a veces tardamos en comprender. Después de esta reflexión, el padre nos ha explicado detalladamente los elementos que entran en los dinamismos espirituales. Tal como la oración comunitaria y personal, el tiempo de silencio, los exámenes de cada día, etc. Con algunos ejemplos como integrarlos progresivamente en nuestra vida. Fue para mí una manera de hacer la cosa fácil. Para no ver la vida espiritual como una exigencia exterior a nosotros, pero una disposición de unión constante con Dios en esta vida temporal, por preparar la unión perfecta en la otra vida de contemplación perpetua de Dios. Estamos convencidos de que algo ha cambiado en nuestra relación con Dios, dado que era nuestro primer ejercicio espiritual en nuestra vida.”.
José Pedro López, C.M., Athanase Vmovondo, Gildas Mette, , C.M., y Manuel Mora
(Formación Inicial – Prov. Zaragoza)
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