Eucaristía conmemoración de los mártires de la Familia Vicenciana

EUCARISTÍA CONMEMORACIÓN DE LOS MÁRTIRES DE LA FAMILIA VICENCIANA
PRESIDIDA POR EL P. Tomaž Mavrič, C.M.
SUPERIOR GENERAL DE LA CM Y LAS HHC

Estaba casi recién estrenado el mes de septiembre, cuando se me comunicaba que el Superior General, el Padre Tomaž Mavrič, C.M., iba a visitar Zaragoza el día 6 de noviembre de 2018 y en donde habría un tiempo de encuentro con la Familia vicenciana.

Rápidamente pensé que el día elegido había sido un regalo de Dios. De esas cosas que ÉL hace a su manera, pues ese día en la liturgia de España celebramos la Menoría de los santos y beatos mártires del siglo XX, muchos de ellos pertenecientes a nuestra Familia.

Pronto nos íbamos a reunir la Coordinadora de la Familia vicenciana de Zaragoza para preparar la fiesta de San Vicente, entonces también me puse a pensar cómo podríamos celebrar ese encuentro.

Habían pasado unos días cuando una tarde leyendo la circular que el Superior General nos había escrito con motivo de la fiesta de san Vicente, en la que nos invitaba a renovar y profundizar nuestra relación con los Santos, beatos y los Siervos de Dios de la Familia vicenciana del mundo entero, como modelos de la vivencia del carisma vicenciano y a renovar y profundizar la “cultura de las vocaciones”. Casi sin darme cuenta conecté los dos momentos; la visita del Superior General y su invitación a profundizar en la vida de los Santos. Y ahí surgió la forma de llevarlo a cabo.

Previamente, cada rama de la Familia Vicenciana se reunió con sus miembros para elegir el Santo, beato o siervo de Dios al que durante este año quería conocer y profundizar más en su vida y ponerse bajo su protección. Fue una tarea bonita de descubrir, leer sus biografías, recordar sus beatificaciones, sobre todo las más recientes y de compartir testimonios tan vivos y actuales para nosotros hoy. Y así los fuimos eligiendo la Asociación Internacional de Caridad (AIC) a Santa Luisa de Marillac, la Congregación de la misión (CM) a San Vicente de Paúl, las Hijas de la Caridad (HHC) a Sor Rosario Ciércoles, la Sociedad de San Vicente de Paúl (SSVP) a Federico Ozanam, la Asociación de la Medalla Milagrosa (AMM) a Santa Catalina Labouré, Juventudes Marianas Vicencianas (JMV) al joven beato Rafael Lluch Garín y los Misioneros Seglares Vicencianos (MISEVI) a Dolores Broseta.

El siguiente paso fue reunirnos para preparar la Eucaristía que tendría lugar el día 6 de noviembre de la Parroquia de San Vicente de Paúl de Zaragoza.

En la Monición de entrada Sor Juana María Belzunegui, Visitadora de la Provincia España Este, daría a conocer el santo, beato o siervo de Dios que había elegido cada rama con una breve reseña de su vida y mensaje a la vez que sus imágenes se irían entrando en procesión y se colocarían al pie del altar. Ya pensaríamos como.

Cada rama se encargó de preparar una parte de la Eucaristía, teniendo muy presente la liturgia de ese día y comprometiéndonos a recoger el testigo que los mártires nos pasaron.

Ya, llegando al final de la Eucaristía vimos que los Santos no se podían quedar al pie del altar, pues si este año queríamos seguir el camino que ellos nos habían mostrado y que ellos fueran nuestro modelo, estímulo y ejemplo en nuestra vida cristiana, no se podían quedar ahí, así que le pedimos al Padre David Carmona, Visitador de la Provincia de Zaragoza, que preparase un envío en el que el Superior General nos entregase el santo, beato o siervo de Dios que cada uno habíamos llevado al pie del altar al inicio de la Eucaristía y nos lanzase a ser testigos fieles y valientes de Cristo, profundizando en la vida y compromiso de estos santos, beatos y siervos de Dios de la Familia Vicenciana.

La reunión avanzaba, estábamos ilusionados por pertenecer en la iglesia a la Familia Vicenciana, cuyos miembros consagran su tiempo a aliviar las necesidades y los sufrimientos de los pobres, dándoles a conocer a Cristo. Y esto no podía terminar ahí, había que pensar, como lo íbamos a llevar a cabo, para lo que adoptamos el compromiso de que a lo largo del año, el día que se celebre la fiesta del santo, beato o siervo de Dios lo daremos a conocer al resto de las ramas de la Familia vicenciana, preparando un día festivo, bien con una charla, un retiro, una convivencia… y sobre todo celebrando juntos la Eucaristía como centro de nuestra vida y misión y de esa manera revitalizar la Familia vicenciana en Zaragoza, creciendo y compartiendo como una familia que se quieren y se ayudan, la familia de San Vicente de Paul y Santa Luisa de Marillac.

El día 6 de noviembre llegó, alrededor de las siete de la tarde nos empezamos a congregar en la Parroquia San Vicente de Paul de Zaragoza, para dar comienzo puntualmente a la eucaristía a las 19.30 h, la cual se fue desarrollando tal como la habíamos preparado.

Había un clima profundo y de oración, a la vez que sencillo, como solemos hacer las cosas los vicencianos. La celebración fue sentida y emotiva y todos salimos con el compromiso de hacer realidad las palabras del Padre Tomaž Mavrič, en el momento del envío:

Partan con gozo
hagan presente a Cristo
y la alegría del Evangelio
en las calles, en las casas, en todo lugar…
Sean testigos fieles y valientes de Cristo,
Servidor y evangelizador de los pobres,
profundizando en la vida y compromiso
de estos Santos, beatos y siervos de Dios
de la Familia vicenciana.

Y en este momento estamos ahora, día 8 de noviembre, ya con una reunión convocada para elaborar el calendario de celebraciones y hacernos partícipes los unos a los otros de la herencia recibida.

Sor Julia Tortajada, H.C.
Prov. España Este

BAJAR AQUÍ:  EUCARISTIA MARTIRES FAMVIN’18

 

David Carmona, C.M.

David Carmona, Sacerdote Paúl, es canario y actualmente reside en la comunidad vicenciana de Casablanca (Zaragoza).

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