Fiesta de San Vicente de Paúl en Albacete
La Junta directiva de la Asociación Familia Vicenciana de Albacete propuso realizar tres jornadas formativo-festivas para conmemorar y reavivar el espíritu vicentino entorno a su fundador: san Vicente de Paúl.
Para ello, en los tres primeros días de la última semana de septiembre (25, 26 y 27) se realizaron varias actividades.
El lunes por la tarde se optó por asistir a la charla sobre migración que organizó el secretariado diocesano para esta pastoral en el que están implicados varios miembros de nuestra Familia Vicenciana. La ponencia estuvo a cargo del comboniano Enrique Bayo, director de la revista Mundo Negro. En su alocución ayudó a disipar los prejuicios que la sociedad española puede tener contra las personas africanas que deciden migrar a Europa pasando por nuestro país. Además, hizo hincapié en el derecho humano de la libre circulación tal como señalaba el lema de este año “Libres para elegir si migrar o quedarse”.
El martes se compartió una breve formación vicenciana en torno a san Vicente de Paúl y la relación que existe entre su experiencia espiritual, su acción social y su vida con los principios fundamentales y los valores de la Doctrina Social de la Iglesia.
El miércoles, día de solemnidad, nos unimos en la parroquia san Vicente de Paúl para celebrar fraternalmente la alegría de ser parte de una herencia hermosa que continúa por medio de nosotros.
Todos: feligreses de la parroquia, Voluntarias de los dos grupos de AIC, las dos comunidades de Hijas de la Caridad, Misioneros Paúles, Sociedad de San Vicente de Paúl, Juventudes Marianas Vicencianas, Asociación de la Medalla Milagrosa y la mayoría del claustro del Colegio M. Inmaculada estuvimos presentes. Además, nos acompañaron las Hermanas de la Consolación, las Hermanas Avemarianas, Las Mercedarias de la Caridad, miembros laicos del equipo de pastoral penitenciaria y Javier Avilés, nuestro flamante arcipreste.
Presidió la celebración el P. Mikel Sagastagoitia, el cual destacó la importancia de seguir construyendo fraternidad entre los hijos espirituales del santo misionero destacando para ello la importancia de la escucha, la audacia y la confianza en el Dios misericordioso. Al finalizar tuvimos un tentempié donde compartimos vida, risas y carisma. Cabe decir, que estuvo presente en nuestro recuerdo el P. Félix Villafranca.
Sabemos que es el Señor el que nos fortalece, el que nos da esperanza, ilusión, alegría y todo aquello que necesitamos para seguir cumpliendo la misión a la que nos envía. Así lo supo nuestro fundador, y del mismo modo, lo experimentamos en nuestro apostolado cotidiano.
Seguimos creciendo juntos en la misión vicenciana.
Josico Cañavate, C.M.
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