Fiesta de santa Luisa de Marillac y visita del Ángel de Aralar
FIESTA DE SANTA LUISA DE MARILLAC
Y VISITA DEL ANGEL DE ARALAR – 9/5/2022
Después de dos años de restricciones, la efigie de San Miguel de Aralar salió el domingo de su santuario para iniciar su periplo por Navarra, un largo viaje que suele comenzar antes para poder llegar cerca de 300 localidades pero que de manera oficial se celebra el domingo de Resurrección.
Es verdad que este año, por razones de agenda pastoral, no lo hemos podido tener en nuestra Iglesia de la Milagrosa en fechas señalas, como es tradición en estos últimos años, pero como Dios no da “puntada sin hilo”, la Providencia ha querido juntar en una misma fiesta la visita de la efigie de San Miguel con la celebración de la fiesta de Santa Luisa de Marillac, fundadora de las Hijas de la Caridad.
A las 19.30 llegó la imagen del Ángel de Aralar a la Milagrosa. Un buen grupo de fieles de nuestra Iglesia, de la familia vicenciana y de otras parroquias de Pamplona la esperaban junto con el Rector de la Iglesia, P. Luis Miguel Medina, acompañado de los sacerdotes de la comunidad de la Iglesia y de la Residencia. La imagen fue introducida en el templo por manos del Rector hasta el altar para dar comienzo a la eucaristía amenizada magníficamente por nuestro organista, Julián Montoya.
Pedimos a San Miguel una bendición especial para toda la familia vicenciana y especialmente para la Compañía de las HHCC para que, como Santa Luisa, en fidelidad creativa al carisma, no les falte en estos tiempos recios la audacia para consolidar las nuevas convicciones a las que han llegado en la asamblea general del 2021; para discernir los nuevos senderos y las nuevas opciones de presencia y de servicio a los pobres; fortaleza para ser mensajeras del amor Dios en estos momentos duros de guerras y conflictos mundiales, en los que históricamente, la Compañía de las HHCC ha estado ahí, dando el ciento por uno en su servicio corporal y espiritual y, finalmente, para ser la esperanza de los “últimos” porque el “dragón engreído, orgulloso, soberbio y codicioso” ha sido vencido por le espada de San Miguel y un mundo más humano y fraterno ha nacido.
Todos los presentes pudieron acercarse a venerar la imagen que porta “lignum crucis” el para pedir su bendición y protección.
Llegó el momento de la bendición y de la despedida, sellada con el beso de las dos cruces en la puerta del templo, la cruz de la Iglesia y la del Arcángel San Miguel.
“Miguel, Miguel, Arcángel Miguel,
guardad, guardad, a este pueblo fiel”
“Adiós, Miguel Arcángel, ministro general.
Sea siempre tu trono, la cumbre de Aralar”.
Luis Miguel Medina, C.M.
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