Hacia la beatificación de un grupo de Mártires de la Familia Vicenciana en España

La beatificación supone el reconocimiento del martirio de un hijo/a de Dios por parte de la Iglesia. No tiene nada que ver con otros homenajes de tipo social o político. La declaración de martirio de estos Testigos de la Fe es una propuesta de ejemplaridad para nuestro camino de Fe y una invitación a tomarlos como intercesores. Conviene recordar los motivos del inicio de estas causas de martirio. Corría el año 1960, celebración de tercer centenario de la muerte de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac. Fue entonces cuando la Congregación de la Misión y la Compañía de las Hijas de la Caridad, en unión con las asociaciones vicencianas de España, abrieron la causa de los Misioneros paúles, Hijas de la Caridad y laicos vicencianos, mártires de la fe, como modelos de fidelidad al carisma que nos legaron los fundadores. Y lo hicieron ante la solicitud de los obispos, gentes sencillas de los pueblos donde realizaron su servicio y miembros de las asociaciones de la Familia Vicenciana.

El proceso de Valencia se abrió el 5 de mayo de 1960 bajo la presidencia del arzobispo D. Marcelino Olaechea Loizaga. El de Madrid se inició el 7 de noviembre de 1960 bajo la presidencia de los obispos D. Leopoldo Eijo y Garay, obispo de Madrid-Alcalá, D. Santos Moro Briz, obispo de Ávila y D. José Mª Lahiguera, obispo auxiliar de Madrid. Se abrieron también otros siete procesos más en las diócesis de Sigüenza-Guadalajara, Teruel, Gerona, Cartagena-Murcia, Urgel, Oviedo y Barcelona. Actuó como vice-postulador el P. Jacinto Fernández, C.M. En los años siguientes se trabajó mucho en la investigación y toma de testimonios, pero todos los procesos se paralizaron en 1966 por razones pastorales.

Los procesos de las Hermanas martirizadas en Valencia y Madrid fueron reasumidos y culminados en Valencia, el 22 de mayo de 1996, y en Madrid, el 25 de mayo de 1999. Durante la segunda fase de ambos procesos, se retomó la documentación existente y se amplió con investigaciones, estudios y testimonios actualizados. Los respectivos Arzobispos D. Agustín García Gasco y D. Antonio Mª Rouco Varela dieron su visto bueno a los trabajos de búsqueda, investigación y reflexión sobre el martirio de cada una de las Siervas de Dios, llegando a clausurarse ambos procesos con garantía de verdad bien probada. Los de los misioneros de la Congregación de la Misión se retomaron y unificaron en 1999, los relativos a Teruel, Sigüenza-Guadalajara, Oviedo y Urgel. En 2009 se han terminado los de las demás diócesis agrupándolos. El total de mártires de la Familia Vicenciana en proceso de canonización y con Positiones terminadas son 103, repartidos en las siguientes causas:

  • Sor Josefa Martínez Pérez y doce compañeras (incluida una laica de la Asociación de Hijas de María de la Medalla Milagrosa), que serán beatificadas el 27 de octubre de 2013.
  • Sor Melchora Adoración Cortés Bueno y catorce compañeras, que también serán beatificadas el 27 de octubre de 2013.
  • P. FORTUNATO VELASCO TOBAR y catorce compañeros, que también serán beatificadas el 27 de octubre de 2013.
  • P. VICENTE QUERALT LLORET y veinte compañeros entre los que se encuentran dos Hijas de la Caridad, Sor Toribia Marticorena Sola y Sor Dorinda Sotelo Rodríguez y siete laicos vicencianos, seis de la Asociación de Hijos de María de la Medalla Milagrosa de Cartagena y uno de Valencia. (Causa pendiente de estudio en Roma; se desconoce cuándo pueden ser beatificados)
  • P. JOSÉ MARÍA FERNÁNDEZ SÁNCHEZ y treinta y ocho compañeros, entre los que se encuentran seis laicos, padres de familia, pertenecientes a la Asociación de los Caballeros de la Medalla Milagrosa de la parroquia Basílica de Madrid. (Causa pendiente de estudio en Roma; se desconoce cuándo pueden ser beatificados)

Presentadas en la Congregación para las Causas de los Santos de Roma las correspondientes Positiones y respetados los plazos de elaboración y presentación de los trabajos e investigaciones probatorias, los tres primeros procesos culminarán con la beatificación durante la celebración del Año de la Fe.

La Iglesia los beatifica, no porque sean caídos de una guerra, ni tampoco porque sean víctimas de un determinado bando político, sino porque murieron perseguidos como Jesucristo por confesar su condición de hijos de Dios y servidores de los pobres. Por eso murieron confesando su Fe en Dios Padre, rezaron el Padrenuestro, y perdonaron a los enemigos para participar del martirio de Cristo en la Cruz. Y porque Jesucristo fue el ideal y el centro de su vida, la mayoría gritaron a la hora de morir martirizados: “Viva Cristo Rey”. Algunos de los mártires, particularmente tres Hijas de la Caridad, pidieron a Dios la gracia del martirio como expresión suprema de amor a Dios. Serán propuestos por la Iglesia como Testigos firmes de la Fe porque así vivieron y así murieron. Ellos son un ejemplo a seguir y unos intercesores fieles ante Dios en quienes podemos confiar.

Hemos de tener presente que esta beatificación no es sólo de miembros de la Familia Vicenciana; es de toda la Iglesia española que presenta un grupo numeroso de Testigos de la Fe, martirizados en la persecución religiosa sufrida en España entre 1931 y 1939. La celebración tendrá lugar el 27 de octubre de 2013, al clausurarse el año de la Fe. El lugar se determinará en la próxima Asamblea Plenaria de los Obispos que integran la Conferencia episcopal española.

Sor Mª Ángeles Infante, H. C.

David Carmona, C.M.

David Carmona, Sacerdote Paúl, es canario y actualmente reside en la comunidad vicenciana de Casablanca (Zaragoza).

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