Homenaje al P. José Mª Alcácer, por el P. José Mª Muneta
El Venerable P. José Mª Alcácer, un clásico de la música religiosa española
El día 25 de octubre , en el salón de la Basílica de la Milagrosa de Madrid tuvo lugar una conferencia dictada por el P. Muneta sobre la figura del P. José Mª Alcácer, al cumplirse el 25 aniversario de su muerte. Ya se le dedicó en Teruel en el 42 Ciclo de Órgano que programa
La Fundación P. Muneta, día 18 de octubre, el primero de los conciertos con breve introducción sobre el compositor P. Alcácer y su obra, y un programa con obras del propio homenajeado, y un estreno in memoria, del P. Muneta. Concierto a cargo del joven concertista valenciano Rafael Guillem. En Madrid, la conferencia precedió al concierto que lo sirvió el afamado organista de San Ginés de Madrid, Felipe López.
La conferencia versó sobre la figura del P. Alcácer, su estudios, su excelente preparación armónica, su actividad profesoral en el Estudiantado de los futuros Paúles, en Hortaleza, Cuenca y Salamanca. Su obra centrada en el Cancionero popular, El Salterio, sus villancicos, su inacabada Ofrenda Musical. Su popularidad hasta el Concilio Vaticano II, tubo lugar en multitud de parroquias, y la dificultad en estos tiempos donde las músicas de menos entidad y más comerciales han desterrado gran parte de su obra. Su espíritu monacal y su lejanía con el mundo musical civil. le ha privado de ser nombrado en le historiografía musical española.
No obstante tiene su doble biografía, una del que subscribe (1988), dirigida más al estudio de su obra que a la de su persona; la segunda del P. Timoteo Marquina, escrita tras el fallecimiento del P. Alcácer (1995). Su permanencia está sujeta a pequeñas obras, como el miserere de Zamora (n. 399 del cancionero), los libros publicados, y el estudio sobre su obra en el Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, t. I, p. 217, dos columnas. Pudo ser mártir y hoy beato. El saber tocar el piano le trocó del fusilamiento por una larga vida dedicada en exclusiva a la música litúrgica, religiosa y espiritual. Por excepción compuso un par de pasodobles y algunos orfeones para las fiesta familiares.
El venerable P. Alcácer estará gustando en el cielo de la música que siempre suspiraba.
José Mª Muneta, C.M.
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