La Familia Vicenciana y la D.S.I – Albacete
Familia Vicenciana de Albacete
Celebración de fin de curso.
Como estaba previsto y anunciado reiteradamente, ayer, día 13 de Junio, cerramos el curso de actividades de la Familia Vicenciana de Albacete. Son malas fechas estas de final de curso, pero no hay otras más apropiadas para significar algo que ha acabado felizmente. Hay, en estos días, concurrencia de actividades pastorales de todo tipo, en parroquias, colegios y grupos pastorales, lo que dificulta la asistencia global a un acto determinado. A pesar de todo, la asistencia a nuestro fin de curso fue algo más concurrida que lo habitual, tanto a la misa como a la charla y piscolabis final, más de cincuenta personas en total.
Merece la pena destacar la asistencia progresiva a la charla sobre la doctrina social de la Iglesia impartida por nuestro compañero P. Javier Aguinaco. Partíamos de unos 20, el primer día de este ciclo de charlas, y ayer casi alcanzamos los 40. Esto quiere decir que el tema, aparcado normalmente en el trastero de los recuerdos del pueblo cristiano, va tomando cuerpo y suscitando interés creciente entre nuestros fieles. Y es así, en nuestro caso, por dos razones claras: primero, porque el tema en sí mismo es de apasionante actualidad y, segundo, porque el ponente sabe hacerlo con maestría, suscitando interés y haciendo la exposición cercana e inteligible a todos, también a las personas sencillas de nuestras parroquias.
El Tema de turno de ayer era especialmente interesante: la Mater et Magistra de Juan XXIII. Después de enlazar con los temas anteriormente tratados, nos situó en el contexto histórico de la Encíclica. El folleto que se nos entregó, previamente, de 20 páginas, ilustrado con imágenes sugerentes, nos daba una visión suficientemente amplia del contenido global de la Encíclica. A la vez, nos estimulaba a seguir profundizando en la exigencia de implicarnos, desde la fidelidad al magisterio de la Iglesia, en la solución de los graves problemas sociales y políticos que nos afectan directamente a todos, como ciudadanos y como seguidores de Jesús de Nazaret, desde el carisma vicenciano
El folleto resumen que nos entregó divide en nueve apartados el contenido global de la Encíclica. Nos tenemos que contentar con enunciarlos sucintamente, animando a estudiar a fondo cada uno de esos nueve apartados, que abarcan el conjunto de la actividad social y política de la sociedad, en la cual está inmersa la Iglesia y cada uno de sus miembros. Estos son los nueve puntos clave del documento, a juicio del ponente.
A.- La Economía. Quien tiene que tomar la iniciativa, el Estado o los particulares.
B.- La socialización, como fenómeno condicionante de la sociedad moderna.
C.- El salario, criterios reguladores del mismo.
D.- La participación. Distribución de la Renta y del poder.
E.- La propiedad. Exigencias de la doctrina sobre la propiedad.
F.- Sectores de la economía: primario, secundario y terciario.
G.-Desigual desarrollo de la economía y como combatir estas desigualdades.
H.- La cuestión demográfica. Como resolver el desequilibrio entre población y recursos.
I.- Estatuto y sentido permanente de la doctrina social de la Iglesia: respeto inalienable de la dignidad de la persona. Trabajar en esta tarea desde el método de Ver, Juzgar y Actuar. Tarea que compete primordialmente a los seglares.
Ardua tarea la que presenta este documento pionero del buen Papa Juan XXIII, a la que nosotros, como vicencianos, estamos especialmente convocados.
Terminamos felizmente el encuentro con un pequeño refrigerio en el que brillaron la alegría, el buen humor y, sobre todo, las ganas de implicarnos en esta tares acuciante de vivir la fe desde el compromiso serio de fidelidad a nuestro carisma, para lo cual se propusieron varias iniciativas, a concretar y relanzar en el curso próximo.
Félix Villafranca, C.M.
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