Retiro de Adviento en La Milagrosa (Pamplona)
El sábado 14 de diciembre celebramos en nuestra Iglesia de la Milagrosa de Pamplona el retiro de Adviento, abierto a todos, y como preparación a la próxima Navidad.
La jornada comenzaba a las 10.00 con el rezo de una oración: “Quien espera a quien”, acompañada de unos puntos de meditación ofrecidos por el Padre Luis Miguel Medina, que insistió en la necesidad de tener sed de la venida del Señor, ya que sin ese deseo el adviento quedaría sin sentido. “Adviento -decía-, no es simular que Dios nace nuevamente, ni quedarse solo en la espera de su venida al final de los tiempos. Es abrir nuestros corazones para descubrir la venida del Señor en cada día, en los acontecimientos de nuestra vida y en las personas que nos encontramos a lo largo de ella. En especial, en los pobres y débiles. Y, desde esa visión, dar una respuesta desde la fe, haciendo presente el Reino de Dios en nuestro mundo”.
Nos animó a todos a vivir el Adviento con “esperanza”, como gente que anhela una vida distinta, una vida nueva, fraterna, y sabe que puede hacerla posible porque Dios nunca nos abandona si confiamos en Él; con “alegría”, porque estamos convencidos de que el Señor está cerca y nos trae la salvación; y con “espíritu orante”, para que nuestra espera no sea una espera pasiva.
Para el tiempo de silencio y meditación ante el Santísimo Sacramento, nos ofrecía cuatro palabras en las que profundizar para hacer bien el camino del Adviento: adiós, hola, no y sí.
1. Saber decir ADIÓS a todo aquello que te impide crecer para vivir en la verdad. Es morir a lo viejo para renacer de nuevo para no quedarnos estancados, porque el “agua estancada se pudre”.
2. Saber decir HOLA que es abrirse a lo nuevo donde había repetición, estrenar vida donde había muerte, inaugurar conductas donde había inercia… Hola sabe a novedad, a creatividad, a convivencia, a relación madura, a disponibilidad. Supone superar nuestra autosuficiencia.
3. Saber decir NO es definir nuestros límites. En esta palabra reafirmamos sanamente nuestra autonomía y protegemos nuestro yo. ¡Cuántas veces deberíamos haber dicho que no! … Aprender a decir no, sin sentirse culpable, es un camino de maduración personal que hemos de recorrer por fidelidad a los que somos.
4. Saber decir SI es identificarte, reconocerte, vincularte: en tu personalidad, en tus proyectos, en tu futuro, en todos los “síes” que te abren a la vida… Decir sí sabe a fidelidad y no a mentiras, engaños o autoengaños.
Una vez transcurrido ese momento, dedicamos tiempo para la meditación personal y aprovechar el acompañamiento que nos ofreció el Padre Luis Miguel para que, con libertad, pasásemos los que quisiéramos al despacho de la iglesia para confesarnos, pedir consejo o sencillamente compartir con él nuestra reflexión a la luz del tema expuesto. A media mañana participamos con la comunidad ecuatoriana de Pamplona en la eucaristía, anticipo para ellos según es tradición en su país, de la Navidad.
Concluimos el retiro con una oración ante el Santísimo Sacramento dando gracias por tanto don cómo se había recibido, y pidiendo al Señor que su gracia empapara nuestros corazones para prepararlos a su venida.
Luis Miguel Medina, C.M.
Equipo de Pastoral
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