PARA LEER: «Vicente de Paúl: un corazón sin medida»

asdAseguran los historiadores que los sencillos le adoraban, los grandes le consultaban, los maestros de vida espiritual le tenían por un “hombre prudente”, los partidos les discutían sin que ninguno de ellos consiguiera tenerle entre sus partidarios, los revolucionarios y ateos le llamaban “su santo”. Él solía apelar a sus raíces y repetía: “Soy hijo de un pobre labrador, y he vivido en el campo hasta la edad de quince años”.

Se llamaba Vicente de Paúl. Nació el 24 de abril de 1581, en el caserío de Ranquines, a cinco kilómetros de Dax, en el suroeste francés. Hoy, después de cuatrocientos treinta y tres años, sigue siendo un corazón abierto al mundo, un profeta actual y una interpelación constante para quien quiera tomarse en serio el mensaje de Jesús de Nazaret. Por eso, nos dejó dichas palabras como éstas: “Amemos a Dios, hermanos míos, amemos a Dios, pero que sea a costa de nuestros brazos, que sea con el sudor de nuestra frente. Pues muchas veces, los actos de amor de Dios, de complacencia, de benevolencia, y otros semejantes afectos y prácticas interiores de un corazón amante, aunque muy buenos y deseables, resultan sin embargo muy sospechosos, cuando nos e llega a la práctica del amor efectivo…”.

Doscientas setenta y siete páginas amables, densas y profundas. La peculiar claridad de Celestino no puede llevar a engaño: cada afirmación tiene una gran carga de profundidad. Su “oficio” periodístico se nota a distancia, especialmente en el capítulo séptimo. Sabe lo que quiere decir, cómo se debe expresar y en qué momento. Tras un interesante “A modo de Prólogo” y una entrada (creo que ya publicada) “Carta de Vicente de Paúl a los cristianos de hoy”, se articula el libro en ocho capítulos de similar extensión. “Memoria apasionada de un buscador inquieto” (1), “Memoria histórica de un caminante al aire del espíritu” (2), “Memoria viva de un creyente de ojos abiertos” (3), “Memoria interpelante de un defensor de los pobres” (4), “Urgencias y criterios pastorales para la caridad y la misión hoy” (5), “Relanzamiento del laicado vicenciano a la luz del Concilio Vaticano II” (6), “Los medios de comunicación social, un areópago para la misión vicenciana” (7), “Espacios Vicencianos en la nueva evangelización” (8). Finaliza con un interesante Epílogo. En mi opinión, es de obligada lectura.

Vicente de Paúl, un corazón sin medida.
Celestino Fernández
La Milagrosa, 2014

Mitxel Olabuénaga, C.M.

Sacerdote Paúl y Doctor en Historia. Durante muchos años compagina su tarea docente en el Colegio y Escuelas de Tiempo Libre (es Director de Tiempo Libre) con la práctica en campamentos, senderismo, etc… Especialista en Historia de la Congregación de la Misión en España (PP. Paúles) y en Historia de Barakaldo. En ambas cuestiones tiene abundantes publicaciones. Actualmente es profesor de Historia en el Colegio San Vicente de Paúl de Barakaldo.

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