Pastoral penitenciaria en Albacete
Queremos que el amor de Cristo se haga presente también en las cárceles, (Benedicto XVI), de ahí que “descubrir el rostro de Cristo en cada uno de los detenidos refleja adecuadamente nuestro ministerio como un encuentro vivo con el Señor”
“La cárcel es lugar de reclusión. Pero una cosa es “estar en la cárcel” y otra “vivir encerrado en la cárcel”. Lo primero es inevitable para cumplir una sentencia condenatoria. Pero, se puede estar allí sin quedar apresado por todo aquello que puede ser lo más negativo y duro de la prisión: falta de esperanza, sentirse derrotado y sin posibilidad de regeneración, llenarse de odio y deseo de venganza, perder la confianza en Dios.” (Cardenal Carlos Amigo)
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