¡Pequeñas cosas… esfuerzos diarios!
Quiero suponer que la inmensa mayoría de los miembros de la Provincia (¡término muy constitucional pero obsoleto por muy empeñados que estamos en él!) disponen (en todo o en parte) de PC, portátil, tablet, ebook, móvil… Vivimos rodeados de las nuevas tecnologías que, posiblemente, se hayan adueñado de nuestras voluntades, carcomido los tiempos comunitarios y adocenado en nuestros trabajos. Signo de ello es la expresión «ya está en Internet» o «en la nube». En aquellos países pioneros en estas tecnologías ha comenzado una fuerte campaña de «moderación» que, asumiendo sus ventajas, dignifica el uso. Nada nuevo si miramos la Historia y comprobamos que todas las «revoluciones» (políticas, económicas, religiosas o tecnológicas) pasan por diversas fases. Toca en este momento (en los citados países) la fase de asentamiento moderado. Nosotros permanecemos en la «fase exaltada».
Viene a cuento la «reflexión» porque hoy, dentro de los límites en los que nos movemos, dos de nuestras páginas web han alcanzado la categoría de «millonarias». La web Provincial (www.pauleszaragoza.net) sobrepasa los tres millones de visitas. La web colegial www. recursosacademicos.net) alcanza los cinco millones. Ambas con limitaciones en su ámbito de influencia. Ambas con un trabajo escénico de horas de dedicación de sus actores (millonarios por las rentas que les producen) y con no menos trabajo oculto entre bambalinas de Javi Chento (a punto de irse a su «nueva hacienda» de Bahía Blanca a vivir de los beneficios).
Quieren estas líneas agradecer el trabajo de quienes se esfuerzan por asumir los nuevos areópagos, de quienes con sus limitaciones se implican en nuevos proyectos digitales, de quienes en su incompetancia física o formativa apoyan el coste económico que supone todo ello, de quienes tienen la comunicación como uno de sus trabajos misioneros, de quienes emplean los dígitos no sólo para leer o escuchar sino para escribir o comunicar, de quienes creen en un presente globalizado necesitado de comunicarse con nuevas técnicas, de quienes abren su mente a las nuevas posibilidades, a las nuevas gentes, a las nuevas culturas… Quizá está nueva realidad nos obligue a releer Mateo, 25… «¿Cuándo, Señor, te ví…»?… ¡A la cola del Reino por no haber utlizado los medios que te envié!
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