Peregrinación al Santuario de Cortes (Alcaraz)

El 22 de mayo amaneció radiante en Albacete y propició así el buen desarrollo de la peregrinación que teníamos programada en el Centro Penitenciario de la Torrecica. El Equipo de Pastoral Penitenciaria llevaba un tiempo preparando esta actividad que iba a llevarnos hasta el Santuario de Nª Señora de Cortes en Alcaraz. Además del capellán y de siete miembros del Equipo, catorce internos y tres funcionarios componíamos la expedición. La encabezaba D. Ángel, llegado recientemente como nuevo Obispo de Albacete y que tan sensibilizado está con esta pastoral ya que ejerció durante muchos años como capellán del Centro Penitenciario de Estremera, en Madrid.

Salíamos cargados de ilusión a las 8,30 y llegábamos una hora después al punto de Alcaraz donde íbamos a coger los bocadillos del almuerzo y desde donde arrancamos a pie el recorrido hasta el Santuario. Fueron unos ocho kilómetros por un camino muy bien arreglado sobre lo que eran las vías del antiguo ferrocarril Utiel-Baeza. El paisaje muy verde y colorido por las recientes y abundantes lluvias; los varios túneles a atravesar, llenos de misterio y frescura. Hasta pudimos admirar el nacimiento de dos corderitos que aún no podían levantarse sobre sus patas. 

Un poco antes del Santuario, nos esperaban los tres sacerdotes que atienden los pueblos de aquella zona y que nos explicaron la aparición de la imagen de la Virgen de Cortes hace ya 800 años y la historia del Santuario. Pero previamente, tanto el Sr. Obispo como dos internos plantaron tres encinas, dentro del programa de plantación de ochocientas de ellas en recuerdo de los años transcurridos desde la aparición. 

D. Ramón nos recibía después en la entrada del Santuario y nos hacía la oración de acogida, que remató el Sr. Obispo rociándonos con agua bendita. Pasamos de ahí a la iglesia donde visitamos el camerín de la Virgen y celebramos la Eucaristía, presidida por D. Ángel, que alentó nuestra adhesión a Cristo y nuestra devoción a María. La Junta del Santuario tuvo después el detalle de obsequiarnos con un recuerdo a todos los asistentes.

Ya pasaban de las dos de la tarde cuando todos nos sentamos en torno a una mesa para compartir una sabrosa comida. Fue una comida distendida, con mucha conversación y buen humor que reforzó la comunión y la buena armonía entre todos nosotros.

Cerramos la jornada sentados en corro para facilitar un intercambio, sobre todo de los internos, con D. Ángel. Surgieron allí anécdotas, inquietudes, problemática, expectativas… Y hubo muchas expresiones de acción de gracias por la cercanía de D. Ángel y por el día tan gozoso que pudimos disfrutar. Ya en la Torrecica, nos despedíamos todos a las siete con el corazón cargado de emociones y deseosos de repetir experiencias similares.

S. Azcárate Gorri, C.M.

David Carmona, C.M.

David Carmona, Sacerdote Paúl, es canario y actualmente reside en la comunidad vicenciana de Casablanca (Zaragoza).

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.