Recuerdos de Perico
Quizá sea un atrevimiento por mi parte, pero desde que el sábado me comunico Luis Mari la muerte de Pedro han venido a mi memoria la cantidad de detalles que Perico tenia con la gente. Seguro que muchos le conocíais mejor que yo, pero a mi me gustaría resaltar dos o tres cosas.
La primera su espíritu de acogida. En la casa de Cuenca todo el mundo era bien recibido. Con ese carácter dicharachero hacía que te sintieras en casa. A Perico le gustaba estar con la gente; tomase un vinito con los amigos y seguir hablando del camino de Santiago o del Osasuna.
Otra imagen que guardo en la retina son las excursiones misioneras que realizaban él y Mari Carmen Martínez; los dos recorrían los caminos de Cuenca para visitar a sus curas, para ver si necesitaban algo y de esos diálogos ha surgido más de una misión. Perico tenia muy claro la importancia de las misiones y el bien que se les hace a los curas de pueblos que a veces se sienten muy solos.
Otra cosa de las que gustaba además de leer, en mis visitas a la Residencia de Pamplona siempre lo veía con un libro en las manos, era comer; recuerdo con cariño su bendición. Después de dar gracias a Dios daba gracias por la pericia de la cocinera.
Pues ahora Perico el que te ha preparado la mesa es el mismo Dios, así que disfruta del banquete y la peña de misioneros y misioneras que estáis ya gozando (Valentín, los Rafaeles, Javier, Artasico, sor Visitación…) rezad por nosotros para que nunca nos falte ese mismo espíritu que hizo de vosotros verdaderos Evangelizadores de los pobres.
¡Goza que lo tienes merecido!
Asun Gascón
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