Retiro de Adviento de los estudiantes de la Etapa de Acogida en Zaragoza

Durante el puente de la Inmaculada, los días  7 y 8 de este mes de diciembre, los cinco estudiantes de la etapa de acogida de la provincia de Zaragoza en España (recordemos que hay un chico en Honduras, Cristian), tuvimos un retiro de Adviento en la comunidad de Zaragoza-Casablanca, la misma que nos forma y acoge. Este año no hemos tenido la suerte de compartirlo con ningún otro joven que muestra inquietudes misioneras. El Padre David Carmona Morales CM. fue el encargado de dirigirnos en este retiro.

El primer día por la mañana reflexionamos sobre el adviento como espera y deseo de Dios. Partimos desde todas las formas de dolor que encontramos en nuestro mundo, para mostrar la necesidad  existente de una esperanza (sed de Dios) que se da por medio de un encuentro (Cristo). Dios se compadece de sus hijos y siembra la esperanza en medio de ellos para que puedan encontrarse con Él.

Ese mismo día por la tarde se nos animó a pensar sobre Ese a quien esperamos, Jesús. Un Jesús que es Hijo de Dios, Dios encarnado y, como tal, es camino al Padre. Vimos los diferentes rasgos de Cristo como verdadero Dios y verdadero hombre. Eso nos dio pie a reflexionar sobre nuestra mirada puesta en Él para tenerlo como modelo a seguir como persona y para alabarlo como Dios vivo.

Al día siguiente tuvimos la oportunidad de profundizar sobre el sentido del adviento por medio de María.  Se nos presentó a María como la mujer, como la madre, como la seguidora incansable de su hijo. Una María vista desde nuestra propia realidad y la realidad de nuestro mundo, una mujer que vindica la esperanza de los Pobres desde el cántico del Magníficat (Lc. 1, 46-56) porque ella misma nos trajo a la esperanza y nos sigue llevando a ella día a día. ¿Qué puede hacer María sino llevarnos a su Hijo?

Todo ello se completaba con la oración, la eucaristía y el diálogo; una forma de enriquecernos unos a otros desde esta pequeña comunidad que formamos los cinco jóvenes de la etapa de acogida. Comunidad que trabajamos día a día para que Aquel que nos reunió siga siendo el centro de nuestra casa y poder vivir como “amigos que se quieren bien en el Señor”.

Estudiantes E. Acogida-Zaragoza.