Semana de Misión Parroquial en Puerto Cortés, Honduras (I)
MISIÓN PARROQUIAL EN PUERTO CORTES – HONDURAS (I)
DEL 2 AL 9 DE OCTUBRE 2022
El domingo 2 de octubre de 2022, empezamos la semana de MISIÓN en Puerto Cortés, HONDURAS. En la Eucaristía de las 8:00 am fuimos enviados los misioneros a las comunidades de él Faro, la Milagrosa, Camagüey y San Ramón. Un grupo de misioneros a cada comunidad. La comunidad de la Medalla Milagrosa es donde tuve la oportunidad de ir a anunciar LA BUENA NUEVA DE DIOS con los demás misioneros. Los primeros días éramos 6 misioneros, pero ya del miércoles en adelante se nos unieron más misioneros y al final ya éramos 12 en total.
A las 6:00 am nos reuníamos en la iglesia para orar. Luego nos íbamos a desayunar, cada día nos daba los alimentos una familia diferente, lo tenían todo bien organizado. De las 9:00 am a las 11: 30 am visitábamos las familias de la comunidad con el objetivo de que las familias o personas que están alejadas de la iglesia vuelvan a reunirse con la comunidad y así crecer como hermanos en Cristo y llegar a ser una gran familia caminando juntos. A las 12:00 am el almuerzo. Después de comer nos preparábamos para las actividades de la tarde: catequesis con niños y con jovencitos (prejuvenil), de las 3:00 pm hasta las 4:00 pm.
Al terminar las catequesis nos íbamos a la Reunión de las Comunidades Eclesiales de Base (CEB). Hay 4 CEBS en la milagrosa. A las 6:30 pm la Celebración de la Palabra, la cena y descansar para comenzar un nuevo día en las manos del SEÑOR.
Para mí esta misión ha sido una gran y bonita experiencia, el salir a encontrarse con otras personas que no conocía, visitar los hogares y las personas que nos recibían con gran alegría, tocábamos las puertas de todas las casas, fueran católicos o de otra religión, eran pocos lo que nos rechazaban, y muchos más los que nos abrían las puertas de su casa y de su corazón para recibir la palabra de Dios.
Aunque fue mi primera vez que salía de misión, aprendí muchas cosas buenas que estoy seguro que me ayudaran mucho para ser mejor persona y mejor misionero, ayudando aquí en la parroquia con los jóvenes y demás personas.
En las reuniones con niños, adolescentes, CEBS y Celebraciones de la Palabra aprendemos muchas cosas que nos ayudan como personas a vivir en unidad, en comunidad, como hermanos, a compartir, a permanecer en constante oración como las primeras comunidades cristianas.
Descubrimos que todo es muy importante, y las CEBS son muy importantes para ver la realidad en que estamos viviendo, los problemas, las debilidades, las cualidades positivas, las cualidades negativas y trabajar en ellas para mejorar y buscar soluciones para ser una verdadera comunidad cristiana.
A veces podemos pensar que las CEBS no son importantes, pero sí lo son, cada persona o familia es una base, y si esa base se va debilitando, las otras bases se pueden caer, entonces lo que quiero decir es que hay que juntarnos todos como bases y formar una sola base para ser más fuertes en la fe como Iglesia, unidos en un mismo Espíritu. Como misioneros, “NO SABEMOS A DÓNDE VAMOS, PERO SÍ SABEMOS CON QUIÉN VAMOS”.
Wilmer Barrera
(Etapa de acogida) Puerto Cortés.
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