Tercera convivencia juvenil vocacional en Canarias
“¡Por fin!” decían los chicos cuando llegamos a nuestra comunidad de las Palmas, “¡por fin llegó el fin de semana de la convivencia!”, y es que los chicos tenían muchas ganas de rencontrarse. Así con mucha ilusión, cinco jóvenes de Tenerife y tres de Gran Canaria se dispusieron a compartir estos días.
El P. Rayco con en otras ocasiones nos tenía todo muy bien organizado y preparado para que la Casa Vocacional acogiera a estos chicos. También es de agradecer la magnífica acogida que nos dan los Padres de la comunidad del Lomo Apolinario, siempre pasan a saludarnos y están disponibles para echar una mano, lo primero dejando al P. Rayco libre de toda obligación en los ministerios para que pueda trabajar al cien por cien en la convivencia. Es de verdad una comunidad que da animo al trabajo del equipo de Pastoral Vocacional de Canarias.
Así el sábado después de compartir en la mañana el trabajo de pensar un poco en “Ser misioneros de Jesús”, el P. Rayco nos tenía preparada la tarde para un paseo por el barrio de Vegueta. La visita empezó por visitar las iglesias más emblemáticas de este casco histórico y la primera casa de los misioneros paúles en Canarias, y también una especial visita la Catedral de Santa Ana, con la vivenciana intención de rezar ante el féretro del obispo Codina, al cual pedimos especialmente por las vocaciones de la Congregación de la Misión.
Hubo también ocasión de dar un paseo por la comercial calle Triana y merendar algo antes de volver, al Lomo Apolinario para celebrar la Eucaristía que, como ya es costumbre, la celebramos en la capilla de la Casa Vocacional magníficamente ambientada, para vivirla con un compartir de los jóvenes que siempre nos resulta muy enriquecedor. Además en esta ocasión se nos tenía reservada una gratísima sorpresa pues el P. Luis Laborda se unió a nosotros y los jóvenes pudieron compartir con él su larga y fructífera experiencia de trabajo con grupos juveniles. A los chicos les gustó mucho sus palabras, cargadas de anécdotas, en las que los animó a ser auténticos y tuvieron ocasión de hacerles preguntas que el P. Luis Laborda contestó de forma muy amena.
El sábado se nos fue rápidamente, y ya el Domingo después de completar nuestro trabajo de reflexión sobre “Encontrarse con Jesús”, nos fuimos a nuestra parroquia de Santa Luisa de Marillac para compartir con ellos las misa. Ya no éramos nuevos en la parroquia, nos rencontramos con muchas personas de las que colaboran con la pastoral y tuvimos ocasión de saludarnos y compartir la novedades.
En la hora de la comida nos dimos cuenta de que se nos acaba la convivencia. Nuevamente se hizo presente “la pena” por lo corto de la convivencia y volvían aparecer voces que decían “¡hay que estar más días!” y sobre todo “¿Cuándo es la siguiente convivencia? Será pronto, ¿no?”. Después de recoger nos despedimos, con ganas de volver a vernos en la siguiente convivencia. Y ya los de Tenerife nos pusimos en camino pues el barco no espera y había que volver para a casa.
El grupo que esta acudiendo a estas convivencias son unos chicos excepcionales, y la experiencia de compartir con ellos es para los PP. Rayco y Luis una verdadera alegría. Y tanto los mayores de dieciocho como los menores hay que felicitarles por su comportamiento y el trabajo que realizan en sus reflexiones. En estos tiempos de tanta dificultades para las convivencias vocacionales es un verdadero regalo de Dios poder acompañar a estos jóvenes en la convivencia y después continuar con ellos en nuestras parroquias respectivas
Gracias a los chicos, al P. Ángel Pascual y a los demás Padres de la Comunidad de Las Palmas por su magnífica acogida, al P. Javier López que, a pesar de la distancia, siempre se hace muy presente con sus palabras de ánimo, y los PP. Luis Laborda y Hernán que con su trabajo van dando vida a la Pastoral Vocacional Vicenciana en Canarias
Luis Santana García, C.M.
ánimo chicos… merece la pena seguir planteándose la vida con Jesús… merece la pena ser misionero de la alegría del evangelio
Sin duda, y como dice Javi, merece la pena ser misionero, merece la pena el sentirse llamada a servir a Cristo en los Pobres y llevarles esa alegría de ser Hijos de Dios y hermanos de la Humanidad. Ánimo y a por todas…
Sea como sea y donde sea que os llame Dios no dejéis de ser anunciadores de la Buena Nueva de Cristo…¿quizá como misioneros paúles en la Congregación de la Misión? Sólo Él lo sabe…
Sin duda, y como dice Javi, merece la pena ser misionero, merece la pena el sentirse llamado a servir a Cristo en los Pobres y llevarles esa alegría de ser Hijos de Dios y hermanos de la Humanidad. Ánimo y a por todas…
Sea como sea y donde sea que os llame Dios no dejéis de ser anunciadores de la Buena Nueva de Cristo…¿quizá como misioneros paúles en la Congregación de la Misión? Sólo Él lo sabe…