Triduo Pascual en Alloza (Teruel)
El miércoles, día 13 de Abril, salí de Zaragoza con destino a Alloza (Teruel). Antes de llegar a ese hermoso pueblo, divisé ya desde la carretera la majestuosa torre de la Iglesia. Me esperaba solícita Isabel, la sacristana de la parroquia. Como no paró de llover en todo el trayecto desde Zaragoza, y en el mismo Alloza, no pudo salir el paso procesional del miércoles por la noche.
El Jueves Santo cambió el tiempo, de manera que el sol brillaba por el Bajo Aragón. Sus vecinos estaban bien dispuestos para celebrar el Triduo Pascual, y el misionero paúl también. La celebración de la Cena del Señor fue muy animada: mayores y niños participaron tanto en el lavatorio de pies, como en las lecturas y en el traslado del Santísimo al Monumento.
Ya por la tarde-noche se celebró la procesión del Prendimiento por las calles del pueblo. La alegría de sus vecinos y el buen ambiente se notaban en cada esquina, después de dos años sin sacar el paso por la pandemia. Terminamos el día con la tradicional Hora Santa junto al Señor. Con cantos y lecturas meditadas compartimos un buen rato de oración.
El viernes Santo por la mañana, con el sol resplandeciente, nos juntamos en la Iglesia un grupo de personas para meditar el Vía Crucis de Nuestro Señor. Los asistentes colaboraron con gusto leyendo las distintas estaciones. Por la tarde, también un buen grupo de fieles participaron en la celebración de la muerte de Nuestro Señor. A continuación, subimos al calvario de Alloza entre cornetas, tambores y bombos en la procesión del Santo Entierro.
La Vigilia Pascual fue muy numerosa. Hacía tiempo que en Alloza, no se reunían tantas personas para celebrar la resurrección del Señor. Con cantos, aplausos y participación de los fieles en las lecturas y en el compartir al finalizar de la celebración, nos felicitamos por la nueva vida en Cristo.
Ha sido una experiencia muy enriquecedora. La gran acogida que he tenido en Alloza estos días y el poder celebrar el Triduo Sacro con los feligreses me ha afianzado en mi vocación misionera. Ahí he encontrado gente sencilla que se quiere encontrar con Cristo resucitado, el Hijo de Dios alegre, que no deja de amarnos.
¡Qué Jesús haya resucitado en nuestros corazones y en nuestras vidas misioneras! ¡Feliz Pascua de Resurrección!
Aarón E. Delgado, C.M.
Muchas felicidades, Aarón, por esa hermosa experiencia de Pascua rural que nos compartes. Seguro que toda la comunidad parroquial lo ha gozado. Siempre misioneros de esperanza, paz y vida, allá donde nos encontremos.