Visita a Honduras 2022
Entre el 26 de Enero, día de salida de Zaragoza, y el 4 de Febrero, día de la vuelta, ha transcurrido la habitual visita a Honduras en cada comienzo de año. Se trata siempre de una visita muy gozosa por cuanto supone el reencuentro con unos compañeros a los que se ve en pocas ocasiones y porque se comprueba la capacidad de su entrega vocacional y la dimensión de su compromiso evangelizador.
Además de los diálogos personales con cada uno de los misioneros, se han dedicado tres jornadas a encuentros comunitarios densos y ricos con la presencia de los dos grupos destacados en Puerto Cortés y Cuyamel. El encuentro del 28 de Enero fue en Puerto Cortés y se centró en los aspectos más propiamente comunitarios. El Visitador abrió la visita “de oficio” al comienzo de la reunión, resaltando el contexto en el que ésta tenía lugar: el Sínodo sobre la sinodalidad que nos compromete a avanzar en la comunión, la participación y la misión junto con toda la Iglesia; y la próxima Asamblea General, que nos llama a revitalizar nuestra identidad vicenciana en el inicio del quinto Centenario de la Congregación.
A partir de ahí, se entregó a cada misionero el Proyecto Provincial 2021-2024 y se fue comentando cada uno de sus objetivos y líneas de acción. Después, con el Proyecto Comunitario recién aprobado en la mano, se fueron repasando las acciones y propuestas para este año en los distintos ministerios y responsabilidades de la comunidad. Y se procedió finalmente a informar a la comunidad de las Cuentas Provinciales referidas al año 2021.
El lunes, día 31, fue Cuyamel el lugar elegido para el segundo encuentro comunitario. Nos acompañaba en esta ocasión Dª Nubia Alejandra Henderson, administradora del Fondo de Acción Social y Evangelización. Con sencillez, mucha claridad y de manera muy pormenorizada, Nubia presentó las Cuentas de FASEV correspondientes al Ejercicio 2021 y el Presupuesto para 2022. Esto dio lugar a que nos centráramos no sólo en los números y los conceptos, sino, a la vez y sobre todo, en las personas y las obras que están al servicio de esas personas. Hablamos así del Hogar San Ramón y del Centro Ozanam, de la Residencia de ancianos y de los Dispensarios médicos, del Colegio Sagrado Corazón y del programa de Ayudas al Estudio. Repasamos situación y necesidades de cada una de las obras y contemplamos algunas actuaciones a realizar.
Ya el 2 de Febrero volvimos a reunirnos todos en Puerto Cortés en otra intensa mañana de trabajo. Presentó el P. Visitador los Protocolos recientemente aprobados por el Consejo: el Plan de Cumplimiento Normativo, el Protocolo para la protección de menores y personas vulnerables y el Código Ético. Todo ello fue explicitado de manera detenida, quedando claro que ahora se trata de darlo a conocer a cuantos colaboran con nosotros en las diversas obras parroquiales y sociales con el fin de que asuman los compromisos requeridos.
Se dedicó finalmente un tiempo para la Información sobre asuntos provinciales, el comentario de algunos aspectos de la comunidad de Honduras y la lectura de las Ordenanzas tras la visita de oficio.
Las jornadas de Encuentros comunitarios fueron, además, muy propicias para la convivencia festiva y la celebración alegre. Las comidas bien preparadas y prolongadas facilitaban la comunicación espontánea y fomentaban la comunión fraterna. Todo lo cual daba muestra de una comunidad bien avenida, “como amigos que se quieren bien”.
No faltó naturalmente la visita a la comunidad de las Hijas de la Caridad, presentes en el Complejo “San Vicente de Paúl” y excelentes colaboradoras en la misión. Por causa de la pandemia, pareció más prudente suspender la visita a los hogares de niños y ancianos con el fin de prevenir posibles contagios, si bien las hermanas informaron ampliamente de su positiva situación.
Como cada año, fue muy satisfactoria la celebración de la Eucaristía en la comunidad de la Milagrosa, donde las Misas son especialmente participativas y alegres. Ya en la zona de Cuyamel, pudimos visitar algunas de las comunidades en cuyas iglesias se están acometiendo obras importantes: Río Chiquito, Cortesito, San Carlos. Y nos dejó también muy buena impresión el aspecto de las iglesias de Tegucigalpita y Omoa. Se está también pintando ahora el interior de la parroquia de Santiago de Cuyamel. Y se han hecho visibles progresos en el mantenimiento de nuestra casa de Puerto Cortés. El Hogar de Ancianos ha quedado muy bien renovado con la aportación del Cabildo de Gran Canaria. Y se trata ahora de preparar un buen proyecto que nos ayude a buscar fondos para la renovación del Centro de Integración Juvenil “Federico Ozanam”. Al mismo tiempo, se percibe en el Presupuesto de este año un aumento notable de los beneficiarios del Programa de Ayudas al Estudio. Y se está muy encima de la mejora de los servicios de Radio Luz-Cortés, cuya antena se va a cambiar próximamente, a la vez que se están renovando los medios técnicos.
Poco a poco, están igualmente los misioneros impulsando la acción pastoral, como en todas partes afectada en este largo tiempo de pandemia. Son muchos los grupos que en ambas parroquias están implicados en los trabajos del Sínodo. Catequesis, salidas a las comunidades de montaña, encuentros de formación con los agentes laicos de pastoral, coordinación de actividades, propuestas de misión popular en algunas de las zonas, se están retomando con mucha ilusión y dinamismo. Se pretende de ese modo reanimar el aliento de comunidades y fieles y potenciar una iglesia corresponsable, participativa, comprometida y misionera.
La comunidad está impulsando a la vez la fortaleza de una pastoral juvenil en la que desarrollar la dimensión vocacional de la vida. Además de las reuniones y catequesis que se tienen con los jóvenes en general, se planifican jornadas mensuales de convivencia más específicamente vocacional, se facilita un acompañamiento personalizado, se mantiene una “política” de puertas abiertas en las dos casas, se invita a conocer y compartir tiempos y espacios con la comunidad y se ofrece la posibilidad de la Etapa de Acogida para un discernimiento serio y prolongado de la vocación personal. Actualmente son dos los jóvenes que están en esa Etapa en Puerto Cortés, Ever y Wilmer, y se acompaña a algunos otros que están en esa misma onda. Se va así preparando un futuro prometedor para esta parcela de la Congregación y de la Iglesia.
La visita a nuestra misión de Honduras deja siempre en el ánimo un regusto positivo y esperanzador. La dimensión tan grande del trabajo que se realiza y la entrega tan entusiasta de nuestros compañeros resultan estimulantes y gozosos. Es, por eso, el reconocimiento agradecido a todos ellos y la sentida oración al Señor por sus necesidades el poso que queda cada año al despedirse de Honduras.
S. Azcárate Gorri, C.M.
Los sacerdotes que nos acompañan en nuestras parroquias son personas entregadas al servicio de los demás y se les quiere y valora mucho
Un gusto en verles. Un saludo y siempre nuestro recuerdo, oración y ayuda.