Asamblea Provincial (28 de junio-final)
Pues puede parecer mentira pero es una realidad tan evidente como los trebolares salmantinos. Sin pausa pero sin prisa ha transcurrido la Asamblea de un modo sereno, respetuoso y centrado en lo que se había propuesto. Una mañana, climáticamente horrorosa, que ha dado de sí lo que debía dar. El Documento Final ha sido aprobado y, tras una sesión de relajación verbal, se han firmado las actas y dado la Asamblea por finalizada. Ha culminado con la Misa y la mesa aunque rumores confirmados desvelan que también se ha hecho realidad una Nueva Norma Provincial (no aprobada aun) referente a la Vida Comunitaria donde se introduce la novedad de las «rutas del vidrio».
Como es normal en nuestra Asamblea, se han concedido diversas condecoraciones a las personas y entidades merecedoras. Además de los «entorchados» de oro (13), plata (12), bronce (11) y hierro (10) según las participaciones en asambleas provinciales se han concedido, de manera extraordinaria, los «tréboles sobre un cuarto de peana» de oro, plata y bronce. Todos los premiados han recogido con honda satisfacción sus menciones. El humor nunca ha faltado en nuestras Asambleas aunque las fotos y los textos puedan mostrar lo contrario.
Cuando finaliza esta 15 Asamblea siempre es bueno evaluar para revisar. Diré que la Comisión Preparatoria hizo un buen trabajo que, como elemento criticable, ha sido poco utilizado. Su esquema de «Fortalezas-Debilidades» podía haber sido un método excelente para la revisión interna. Más difuso quedó la tensión «Amenazas-Retos». Sin duda que la propuesta del Superior General se podía haber tratado desde esta perspectiva siendo, como fue, el tema, si no central, el más significativo de esta Asamblea. Esta Provincia, en mi opinión, no ha hecho otra cosa que reflexionar, debatir y responder con honestidad a la pregunta que vino de Roma aunque debo reconocer que, en opinión de varios asambleistas, «de Roma viene lo que a Roma va». Bien sabemos que las «reticencias» no se solucionan con decretos sino con el diálogo.
Con la comida ha comenzado el «dispersit». La Comisión de redacciòn todavía tendrá algún trabajo extra. Quedan muchas decisiones para desplegar. Un futuro esperanzador que debe animar a la Misión. Un futuro donde habrá que insistir en los Proyectos Estratégicos y en la alineación de nuestras actividades dentro de dichos Proyectos. Un amplio abanico donde puede hacerse necesaria la colaboración interprovincial por encima de «aldeanismos» o «nacionalismos». Los Proyectos no entienden de territorialidades sino de recursos (humanos, estructurales y económicos) que posibiliten su puesta en marcha y su mantenimiento. Comenzar por esto es, hoy día, ponernos a la altura de las circunstancias y no en en tiempos pasados. Saludos.
Nota: todas las crónicas son responsabilidad exclusiva del P. Mitxel Olabuenaga.
Se ve que las crónicas de la Asamblea han animado la vida de la Web provincial, que ha recibido un promedio de 400 visitas diarias estos tres últimos días…
Espero que la Asamblea haya sido provechosa en orden al servicio y evangelización de los pobres. Que de eso se trata, ¿o no?.
Sí, Los Pobres es lo que importa. Y que sigamos siendo: Los Hermanos de las Provincias de España. En la viña del Señor, son muchas las variedades de uvas, vinos y oipiniones; y también tréboles. Cástor
Aunque sea una cosa el trébol y otra el trébole, la mención de los tréboles me hace recordar la canción que en 1958 nos enseñaba en la escuela apóstolica de Filipinas el bueno del Padre Faustino Isaba para una velada en honor del Padre Maximiniano Velasco que entonces celebraba la boda de plata como presbítero. Que yo me acuerde, las letras de la canción dicen en parte: «Caminito del Ebro, tengo una huerta, tengo una huerta, tengo una huerta. Con manzanas y peras, con avellanas, con avellanas. ¡A coger el trébole, el trébole, el trébole! ¡A coger el trébole, el trébole el día de san Juan! Jardinero, jardinero, el que riega los claveles, por favor deme una rosa, una de las que usté tiene. Por favor deme una rosa, una de las que usté tiene.»
Sí son los pobres quienes nos importan y sirven de base de nuestro acuerdo (cfr. Gal 2, 10). Y a propósito del trébol, ¿no es éste un símbolo de la Santísima Trinidad, de la unidad en diversidad? No es cierto, por supuesto, lo que oí decir en broma un navarro que solamente hay dos clases de españoles, los navarros y los que quieren ser navarros. El chiste me hizo reír y se me ha grabado en la mente, pero más impresionante todavía ha sido la declaración de un misionero, original de Donostia, ante sus estudiantes filipinos de que él se considera, más que nada, hijo de Dios, católico y ciudadano no tanto de un país como del mundo.
¿Cómo estás, Cástor? Con lo poco que nos conocíamos, posiblemente ni te acuerdes de mí siquiera. Mis saludos a otros Paúles españoles de la antigua provincia canónica de Madrid misioneros en Filipinas en otros tiempos.