Carta del Superior General a la Familia Vicenciana
A todos los miembros de la Familia vicenciana
Queridos miembros de la Familia vicenciana, ¡Que la gracia y la paz de Jesús estén siempre con nosotros! Cada tiempo del año litúrgico es un don para nosotros. El tiempo de Adviento es un regalo que Dios nos hace.
«La Encarnación » es uno de los misterios centrales de la espiritualidad de san Vicente de Paúl. Todo el Adviento, así como la Navidad y su tiempo litúrgico centran su mensaje en el misterio de la Encarnación.»
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San Vicente de Paúl (de ahí el nombre de “misioneros paúles”), a pesar de las comprensibles limitaciones propias del tiempo en el que le tocó vivir (siglo XVII), tuvo un gran aprecio por la comunicación: llegó a escribir más de treinta mil cartas (alguna llegó a su destinatario varios meses después de su muerte). 


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