Días misioneros
Aunque el centro de operaciones está siendo Puente Tocinos, no está siendo Puente Tocinos el único lugar de trabajo misionero. Eso sí, en este pueblo que ya misionamos hace dos años estamos alumbrando una nueva experiencia misionera ilusionante. Hay un grupo de personas que, como repite un día y otro el párroco, José Antonio, quieren ser un “grupo misionero parroquial” fijo en la parroquia. Estos días están realizando visitas a aquellas familias jóvenes que han pedido sacramentos en los últimos años; y lo seguirán haciendo hasta el momento misionero abierto de principio de curso próximo.
Pero, como no vamos a quedarnos solamente en Puente Tocinos, tenemos previstas acciones de apoyo en la parroquia de Santa Rosa de Los Rosales-El Palmar; en el Espíritu Santo de Espinardo; en el Raal con el grupo de Catecumenado Vicenciano; en Alhama con el grupo de familia cristiana y también, como es costumbre siempre que tenemos trabajo por aquí abajo, con el grupo de Seglares Misioneros Vicencianos del sureste.


San Vicente de Paúl (de ahí el nombre de “misioneros paúles”), a pesar de las comprensibles limitaciones propias del tiempo en el que le tocó vivir (siglo XVII), tuvo un gran aprecio por la comunicación: llegó a escribir más de treinta mil cartas (alguna llegó a su destinatario varios meses después de su muerte). 


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