Ejercicios interprovinciales en Valvidrera-Barcelona ´2016
Por tierra, mar y aire…., fuimos llegando hasta la histórica casa de Valvidrera, convocados por la Provincia de Barcelona, los 28 misioneros que nos disponíamos a iniciar los Ejercicios Espirituales interprovinciales. La cita, con carta previa, no dejaba lugar a dudas; debíamos estar todos el domingo 10 de abril, a las 8.30 de la noche para compartir la “primera” cena.
Y así fue. Desde puntos geográficos tan distantes como Cádiz, Mallorca, A Coruña, Madrid, Valencia, Canarias, o Puerto Cortés… entre otros, nos reunimos 11 misioneros de la Provincia de Barcelona, 7 de la Provincia de Madrid, 7 de Salamanca y 3 de Zaragoza.
Tras dicha cena, y sin perder mucho tiempo, se nos explicaron los detalles prácticos de la casa y su magnífico entorno. Cabe apuntar para los foráneos, que este en un gran valor añadido del lugar, localizado en el área del “Parc de Valvidrera” y dentro del “Parc Natural de la Serra del Collserola”, teniendo el Tibidabo y también la “fosterita” -puede consultarse en google- y olímpica Torre de comunicaciones de Collserola, como guardianes y guías permanentes. Y, por supuesto, la siempre cosmopolita y rectilínea Ciudad Condal a nuestros pies.
El P. José María Nieto, encargado de acompañar nuestra reflexión durante estos días de retiro, nos planteó la propuesta de horario a seguir que, rápidamente, concretamos entre todos. En definitiva, los dos tiempos de charla al día, la oración de la mañana y de la tarde (con la Eucaristía), y los tiempos de comida que, como es lógico, ya estaban fijados por la delicada y exquisita atención de la casa.
Los cinco días de silencio y de ejercicio en el Espíritu, iniciaron dejándonos acompañar por el Protagonista hacia el desierto interior. Y así, en actitud de búsqueda, se nos propuso “dejarnos” también encontrar por Dios. Siempre, a la luz de la Palabra de Dios (con pocos textos pero bien escogidos), continuamos el camino tomando conciencia de lo que significa ser revestidos con la gracia bautismal y la consagración específica. Otro día, compartimos la experiencia pascual de la pasión, muerte y resurrección del Viviente, meditando en los dones que brotan de esa experiencia fundante de nuestra fe.
El acompañamiento en la oración que brindó el P. Nieto, nos siguió llevando a pedir la gracia para amar y sentir la Iglesia desde la propia vida comunitaria. Y es así como, el último día, pudimos reconocer nuestra necesidad de conversión permanente que nos facilitará el llegar a ser expertos en un apostolado, con mirada contemplativa, entre los más pobres.
¡Qué hermoso vivir los hermanos unidos…! (Salmo 133). Gracias a todos los que lo han hecho posible, también durante estos días de Ejercicios.
Mikel Sagastagoitia, C.M.
Comentarios recientes