Encuentro trienal de Pastoral Vocacional C.M. Y HH.C. ’24

TODA PASTORAL TIENE COMO VOCACIÓN LA PASTORAL VOCACIONAL.

“La pastoral vocacional es la vocación de toda pastoral”. Este lema, tan trillado en nuestros encuentros, es el que ha resonado en las diferentes experiencias que hemos escuchado en el  trienal (cinco años después) de pastoral vocacional “con-sentido” de las Hijas de la Caridad y de los Misioneros Paúles de España en el fin de semana del 19 al 21 de abril de 2024 en la tan llena de historia vicenciana de nuestro país, calle de José Abascal. 

Comenzamos nuestro encuentro el viernes por la tarde orando al resucitado con la ayuda del coro formado por Hijas de la Caridad y Misioneros Paúles. 

Los testimonios pastorales del sábado y domingo, en torno a grupos juveniles, han sido desarrollados por el redentorista Víctor Chacón, el P. Ricardo Pérez Rozas y el sacerdote diocesano de Cartagena José Antonio Cano. También escuchamos la vivencia de fe de varios jóvenes que caminan en  movimientos juveniles:  Camino al Cielo, Juventudes Marianas Vicencianas, Jóvenes doble V…y pudimos aprender de las experiencias de las provincias de España sur y España centro en torno a la pastoral con jóvenes: Comunidad Joven Vicenciana y Acompañamiento en centros escolares vicencianos. 

Además, estuvo presente la Superiora General de las Hijas de la Caridad, sor Françoise Petit, que el sábado por la tarde, nos trasmitió unas breves líneas a tener en cuenta para los Equipos de Pastoral Vocacional. Entre todas ellas, destacó la importancia de la existencia de las coordinadoras de pastoral vocacional aunque sean pocas las respuestas. De lo contrario toda nuestra vida sería un fracaso. 

La jornada sabatina se cerró con una estupenda puesta en escena del musical “La muchacha de Suresnes” sobre la vida de Margarita Nasseau. Interpretado por el grupo de teatro del colegio La Inmaculada-Marillac. 

La peregrinación a la Basílica de la Milagrosa en su año jubilar, ayudó a comprender que nuestra llamada personal se engloba en la comunidad para el bien común de nuestra vida apostólica. Para ello, es necesario seguir rezando y trabajando por las nuevas vocaciones en España. 

Algunas cuestiones me surgen de estas jornadas:

¿Podemos volver a descubrir esa segunda llamada que Dios nos hace en nuestra atareada y dilatada vida pastoral, sintiéndola como parte de la vida vocacional propia y abierta al futuro? 

¿Podemos volver a ilusionarnos por los futuros miembros de nuestra provincia?

La riqueza de nuestro carisma vicenciano es tan hermosa y extensa que no se puede quedar encerrada en nosotros mismos. Es necesario compartir la frescura del Espíritu que se nos legó por medio de los fundadores y seguir profundizando en su estudio, actualización y profundización. 

En equipo y en sinodalidad  se trabaja mucho mejor. Por eso yo sueño con una cultura vocacional que nos implique a todos desde nuevas propuestas y sugerencias para la dinamización de las actividades de la provincia y para la movilización constante de la vida digital. Todo ello, desde lo más importante, que es una propuesta clara de nuestra identidad como Misioneros Paúles. 

Ir construyendo, con todo ello, y la fuerza en la oración, un sueño, para la provincia de mañana: una comunidad pequeña pero con nuevos miembros jóvenes que vayan abriendo las sendas de evangelización misionera entre los pobres con el lenguaje y el ánimo del siglo XXI.  

Todas estas inquietudes y sueños las ponemos bajo la intercesión de San José, el patrón de las nuevas vocaciones: el artesano, que aunque hace las cosas lentamente las hace de forma precisa y bien.

¿Podemos hacerlas realidad entre todos los miembros de la provincia? Vamos. Con esfuerzo, disciplina, constancia y la ayuda de Dios todo irá cobrando forma. 

Muchísimas gracias. 

Josico Cañavate, C.M.