Entre vivas y silbos – Llegada de la Virgen de Guadalupe al sur de la Gomera
Perla preciosa, rosa temprana, clara estrella, morenita agraciada… son apelativos que lleva la Patrona de la isla de La Gomera en el himno que su pueblo filial le aclama con cantos, chácaras, vivas y silbos. Así lo pudimos apreciar a su llegada al municipio de Alajeró por el muelle del enclave de Playa Santiago en la tarde del 21 de octubre de 2023.
La Virgen guadalupana gomera permanece durante cuatro años protegida en su santuario de Puntallana. Allí, el pueblo gomero, la visita y celebra la Eucaristía en su honor mensualmente. Es, al quinto año, cuando la Madre morena “baja” del pedestal de su santuario y se “abaja”; haciéndose una ciudadana más del pueblo que la espera con júbilo en las deseadas “Fiestas lustrales”.
Entre el 21 de octubre y el 4 de noviembre; la imagen de la Madre gomera; visitará las localidades de Playa Santiago, Alajeró, Chipude y La Dama. Son estas zonas dedicadas al sector primario de la pesca y la agricultura. Un servidor colaborará con D. Cristo Manuel León, el párroco de dichos lugares, en la típica misión lustral que venían realizando, hasta ahora, los hermanos misioneros claretianos. Nosotros nos unimos a su labor relevando al P. Antonio Ávila, CMF que acompañó la bajada y misionó estos días en la villa capitalina: San Sebastián de la Gomera.
Embarcada, desde el puerto de la capital, en el “Paquita Pérez” la Gomerita surcó el mar de la isla colombina para llegar a su nuevo destino: Playa Santiago. Allí la recibieron las autoridades civiles, militares y eclesiales entre un fuerte ijujú de la gente buena sencilla con fe viva y verdadera.
A lo largo de estos quince días, la Patrona no se quedará custodiada en las parroquias que visite. Ella saludará en los lugares donde se mueve la vida de los hijos gomeros: colegios, residencias de ancianos, enfermos, grupos vecinales y socioculturales… De todo ello se informará al final de esta etapa misionera junto a María.
El nombre de Guadalupe es portado por tres advocaciones diferentes a la Madre de Dios que une la Península (Cáceres), con la isla canaria de La Gomera y con todo el continente americano. Una Madre que une a los pueblos de una misma lengua y cultura que son signos de esperanza gracias al diálogo, al encuentro y al respeto mutuo a la gran riqueza que comportan los pueblos hispanos.
Desde la mitad del Atlántico, con todo el pueblo gomero, nos unimos a la fraternidad universal abanderada por la Gomerita morena de Puntallana:
Nunca está solitaria,
en Puntallana.
que el corazón gomero,
está a sus plantas.
Josico Cañavates, C.M.
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