Fallece en Pamplona el P. Juan García Granell,c.m. (1935-2012)
Nació en Frías de Albarracín (Teruel) el 9 de junio de 1935. Fue hijo único de Celestino y Teresa. A los 12 años comenzó sus estudios de Humanidades en la apostólica de Teruel. Fue admitido a la Congregación de la Misión en 1952. Después del Seminario Interno en Limpias (Cantabria), cursó Filosofía en Hortaleza-Madrid (1954-1957) y Teología en Salamanca (1957-1961). Mons. Florencio Sanz le ordenó de Diácono (04.09.1969) y de Presbítero (25.06.1961) en Salamanca.
Su recorrido ministerial, siguiendo a Jesucristo evangelizador de los pobres, le llevó, como primer destino, a Teruel (1961-1970), donde volvería en otras tres ocasiones (1971-71, 1981-83, 2003-2004), como profesor, misionero, párroco y otros ministerios. Repitió también su presencia en Albacete (1970-71 y 1972-78), donde ejerció su ministerio con la sencillez y humildad que siempre le acompañaron. Estuvo en lugares de “frontera” en la evangelización de los pobres, pero nunca presumió de ello: además de Albacete, en el Cerrico y en la parroquia de San Vicente de Paúl de la que fue iniciador, lo encontramos en Puerto Sagunto (1978-81), en Fuerteventura-La Oliva (1983-85 y 1987-92), en Argel-Argelia con emigrantes (1985-86). En Murguía (Álava) hizo un curso de pastoral (1986-87) y allí volvería dos veces más, una como párroco (1999-01) y otra dedicado a los ministerios de la comunidad (2004-2012), tocado ya por la enfermedad. Antes había sido vicario en Cartagena (1992-93), Las Palmas-Lomo Apolinario (1993-99) y La Orotava (2001-03).
La muerte no le sorprendió, fue como si la esperase con paz, pero se presentó el día 22 de febrero en Pamplona, donde el P. Granell estaba siendo atendido, cuando la Iglesia comenzaba su camino cuaresmal recordando que somos barro, pero barro destinado a resurrección. Nos deja el recuerdo de su gran humanidad, sencillez y humildad, de su voz que solo se hacía fuerte cuando entonaba una jota, como la que le cantaron con devoción cuando celebró su primera misa y que en este recuerdo se la dedicamos como homenaje a su vida de sacerdote y misionero:
“Las manos del sacerdote
deberían ser de plata
para recibir a Cristo
cuando de los cielos baja”.
P. Granell, como te llamaban tus discípulos, P. Juan te llamaban quienes evangelizaste desde las parroquias o, simplemente, Juanito como te llamaban en familia, descansa en la paz de Dios, don prometido a quienes sirvieron a la vez a los pobres y a Jesucristo.
Que Dios le tenga en su gloria, el Padre Juan fué para nosotras las niñas de la Beneficencia, un padre moderno, alegre, cantor, guía de excursiones, gran predicador…. en una casa que teníamos para poder veranear sintiendo cierto grado de libertad, que para nosotras Barraix era como abrir las puertas al internado. El año pasado fue invitado por nosotras las niñas de entonces….. para pasar el día 25 de Junio de 2011, un grato día recordando tanto el internado como nuestro veraneo en Barraix (Valencia), casualidad o causalidad ese mismo día el Padre Juan hacia sus 50 años de sacerdocio,……pero no estaba con fuerzas para acudir ni a un evento ni al otro….este año si que sabremos la compañía que tendremos del Padre Juan… sera desde el Cielo, porque alli está, tras dejar su vida terrenal…..
Padre Juan las niñas, empleadas y monjas de «La Bene» te queremos y recordamos muchísimo, «rezaremos por ti»……