Fiesta de júbilo

A Sara, después de casi 33 años animando la casa de Boggiero, como a todas las cosas de la vida, le ha llegado el tiempo de decir: – Ya no puedo más.

Muchos la conocéis y habéis gozado de sus ricas comidas y supongo que os alegrará que aparezca hoy en la página provincial esta noticia.

Ayer, 14 de mayo, cumplió 65 años y a finales de mes comenzará a gozar, como muchos de nosotros, de la merecida Jubilación.

Desde esta página, y como ha subrayado, después de la comida especial con que Sara nos ha agasajado, el P. Superior, queremos todos decirle: ¡Gracias, Sara, puedes contar con nuestra oración, amistad y gratitud; y como aquí tienes tu casa,  puedes seguir viniendo cuando quieras!

Quiero citar también sus palabras: Yo sólo tengo que decirles a los que están ahora y a todos los que han pasado por esta casa: ¡Gracias por haberme hecho tan feliz durante 33 años de trabajo! Y es que más que años de trabajo han sido años de cercanía, de interés por nosotros y de buena convivencia.

Como le gustan las canciones de la tierra, con la música de El Ebro guarda silencio, le hemos cantado estos “suspirillos joteros”:

El Ebro guarda silencio
al pasar por la_Almozara,
para que no se despierte (2)
y no madrugue la Sara.

Un mozo con dos muletas
subía mucho_a Boggiero,
porque_un beso de su moza (2)
era su mayor deseo.

Aunque me vaya_a finales
nadie piense que “yo vuelo”.
Sólo es que me tiran mucho (2)
mis nieticos y Carmelo.

Todas las cosas del mundo
tienen fecha p’acabar.
Pero_ahora te pido Sara (2)
que no nos hagas llorar.