Retiro de Adviento en Casablanca (Zaragoza)
El pasado viernes 7 y sábado 8 de Diciembre realizamos el retiro vocacional en la Etapa de Acogida de Casablanca-Zaragoza, dirigido por el padre José María Ibero. Al retiro, asistieron Germán de la Etapa de Acogida, Antonio de Tenerife y Ximo de Valencia. Comenzamos el jueves por la noche programando las jornadas de cada día, para así poder saber en qué momento tocaría estar reunidos y en qué momento aprovecharíamos para la reflexión personal.
El objetivo principal del retiro era que confiáramos en la providencia de Dios y que realizáramos una búsqueda, no en nosotros mismos, sino abriéndonos a todos los hombres y mujeres con los que compartimos el día al día. Todo ello al modo de Dios, que sale a la búsqueda de todo el mundo. Utilizando textos de la Biblia, cartas de San Vicente y anécdotas personales del padre, profundizamos en la reflexión.
El viernes comenzamos con una oración en la capilla, en la que se nos invitaba a estar para el otro y ser para el otro. A las 10,00 se desarrollaba el tema del retiro: el padre Chema comenzaba con unas palabras de San Vicente en una conferencia dirigida a las Hijas de la Caridad, haciendo referencia a la confianza que debemos tener en Dios y en su providencia: “Mirémonos como a personas que no sirven para nada, y entonces tendremos motivos para poner nuestra confianza en Dios”.El modelo es Jesucristo que confió en el Padre y llevó a cabo la tarea de la salvación de los hombres.
Uno de los puntos fuertes a tener en cuenta eran las preguntas que el padre Chema invitaba a reflexionar: ¿Qué buscáis? ¿Quién busca a quién? ¿Dónde me sostengo? ¿Soy testigo de Jesús?
Como nuestro Señor les preguntó a los discípulos de Juan el Bautista “¿Qué buscáis?”, así nosotros debemos de pensar en lo que le responderíamos a Jesús si nos llegara a preguntar lo mismo. También considerando la pregunta “¿Quién busca a quién?”.Y dándonos cuenta de que somos nosotros buscados por el Señor: “El que cree que busca descubre de repente que es objeto de búsqueda”.
No podemos quedarnos con un Jesucristo propio para nosotros, sino llevarlo a los demás. Tampoco podemos privar a los demás que hablen de Jesucristo solo porque no pertenecen a nuestro círculo de creencias. No podemos caer en la tentación de envidias, egoísmo, sectarismo: éstas no tienen sitio en la comunidad cristiana. Jesús no es patrimonio exclusivo de nadie. El Espíritu de Dios no se encierra en grupos o instituciones, sino que es soberanamente libre. De ahí que todas las personas que de una u otra forma realizan algo o pelean algo por el bien de los demás están con nosotros. Los cristianos debemos valorar esos acontecimientos y felicidad de las personas que Cristo ha elegido para su misión, recordando que “el que no está contra nosotros, está a favor nuestro”.
Junto a esto, se comentó sobre la fe. Nos decía que mediante la fe nos dejáramos sostener para sabernos sostenidos. De la misma manera en que el Señor invita a Pedro a caminar sobre las aguas y luego le sostiene, debemos nosotros confiar en el Señor y dejarnos sostener por su mano y sentirnos sostenidos. De ese modo, se nos invita a ser servidores de Dios para con los demás, reflexionando sobre cuántos hombres y mujeres hoy a nuestro alrededor necesitan ser sostenidos.
Terminando ya el retiro, nos planteamos el conocimiento que tenemos de Jesús. El padre Chema nos preguntaba qué responderíamos cada uno si alguien nos preguntara quién es Jesús. Seguramente nuestra respuesta sería lo que hemos oído, estudiado, o lo que nos han enseñado. Y si se nos preguntara por un hermano, familiar, amigo o compañero de comunidad, ¿acaso responderíamos igual? Seguramente no: entonces responderíamos por lo que hemos vivido y la experiencia que tenemos de él. He aquí la invitación a conocer a Jesucristo y a vivir con Él, para que no lo conozcamos por oídas o enseñanzas, sino para conocerlo más íntimamente, dentro de nosotros, para que, por la experiencia, podamos hablar de él.
Germán Cárcamo Antúnez
Etapa de Acogida
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