Un nuevo huracán azota Centroamérica: IOTA
Apenas dos semanas después del Eta, el mayor desastre natural en Honduras desde el Mitch (1998), y sin tiempo casi para levantar la cabeza (muchas familias siguen en los albergues desde entonces), nos llega Iota, un nuevo huracán que está batiendo todos los records. Es el fenómeno número 30 de este tipo (incluyendo tormentas tropicales y huracanes) de la presente temporada en el Atlántico. Una temporada inusualmente activa que ha batido el record de 28 del año 2005. Las letras del abecedario latino se quedaron cortas y hubo que recurrir al alfabeto griego para ponerles nombre. Eta y Iota, originadas en el mismo lugar y con trayectorias muy semejantes, formadas ambas en tiempo record, dejan detrás de sí un rastro de destrucción y desolación.
Ambas tocaron tierra en el mismo punto, Puerto Cabezas, Nicaragua. La primera con categoría 4, la segunda alcanzó categoría 5, la más alta en la escala de Saffir-Simpson. Aunque Iota llegará a Honduras debilitado, tal vez como huracán de categoría 1 o como tormenta tropical, producirá abundantes lluvias cuyos efectos pueden ser catastróficos. Las ciudades de la Lima y algunas zonas de San Pedro son especialmente vulnerables, ya que el Eta destruyó los bordos y todas las medidas tomadas después del Mitch para evitar inundaciones. Se espera en todo el país desbordamiento de ríos y quebradas, inundaciones, derrumbes, destrucción de infraestructuras (puentes, carreteras, caminos, conducciones de agua y tendido eléctrico).
El país lleva días en alerta roja, el máximo nivel de emergencia, que exige evacuación inmediata de las zonas vulnerables. En la ciudad de Puerto Cortés la Municipalidad lleva varios días evacuando las zonas más vulnerables y llevando agua y víveres a los lugares que pueden quedar aislados. Se han habilitado varios albergues, uno de ellos construido en los últimos días a base de contenedores.
La llegada de dos huracanes tan fuertes en el mes de noviembre y con pocos días de intervalo es algo totalmente inusual. Tiene que ver con la emergencia climática que estamos viviendo, fruto de la acción del hombre. Las temperaturas inusualmente altas en la superficie del océano son las que favorecen la creación de estos fenómenos. El cambio climático contribuye a ello. No es casualidad que este año hayamos batido todos los records en número de huracanes y en agresividad. Por otra parte, la acelerada deforestación de las zonas montañosas del país aumenta notoriamente el peligro de desbordamiento de los ríos, inundaciones, derrumbes, etc. Asimismo, la desaparición de los manglares en la costa facilita la entrada del mar en tierra causando estragos y haciendo retroceder la línea de costa.
Los expertos vaticinan que estos fenómenos extremos serán cada día más frecuentes, y, como siempre, los más pobres son los más vulnerables. Se necesita una acción conjunta y una respuesta integral, cambiando nuestra relación con el entorno y apostando por un desarrollo sostenible. Bien común y cuidado de la casa común han de ir de la mano. Una vez más, no será suficiente ponerle un bordo al río.
Iván Juarros, C.M.
NOTICIAS DESPUÉS DE LA TORMENTA
La comunidad de Cienaguita es un área semiurbana de la ciudad de Puerto Cortés, a unos 15 min. en coche del centro de la ciudad. Una parte de la comunidad se encuentra junto a la playa, y vive en gran parte del turismo. La otra parte, al otro lado de la carretera, se encuentra al inicio de un valle que conduce a una zona montañosa.
Las lluvias abundantes que dejó la tormenta Eta el miércoles 4 de noviembre sorprendieron a la comunidad con una crecida inédita del río Cienaguita que incluso dejó bajo el agua el puente de la carretera general. Se vivieron horas de tensión y se trabajó con una excavadora para ampliar el cauce del río y poder evacuar el agua.
Dos familias de esta comunidad perdieron sus casitas y están actualmente alojadas en casas de familiares. Toda la comunidad católica se ha volcado y se han organizado para apoyar con la alimentación a las familias damnificadas.
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