Conceptos clave en Misiones Populares XIV: En comunidad
El sentido de comunidad, además de comunión con Dios, tiene un doble sentido entre nosotros: [1] Hemos repetido frecuentemente que venimos a misionar en nombre de la Iglesia; no venimos en nombre propio ni como francotiradores. [2] Misionamos en equipo eclesial en el que procuremos que no falten ni los curas, ni las llamadas religiosas (en nuestro caso, mal llamadas) ni los seglares (o, laicos).
Esta forma de misionar tiene sus riesgos, hay que reconocerlo, pero es más evangélicamente realista. Tiene sus riesgos porque se pueden proyectar sobre nosotros comportamientos o actitudes de otros que no compartimos; tiene sus riesgos porque es imposible que cada uno de los miembros del equipo misionero no proyecte “su” visión evangélica y de Dios. Pero es más realista porque Dios sabe que llevamos en vasos de barro su evangelio y, a pesar de nuestras incongruencias y parcialidades, se fía de nosotros hasta las últimas consecuencias.
1. Desde, con y para la comunidad.
Con todas sus consecuencias. Las positivas, porque siempre la comunidad nos supera. Y las negativas, porque toda comunidad tiene sus rutinas, sus cerrazones, sus defectos (también nosotros) y la gente que nos ve los proyecta sobre nosotros. Es la grandeza y el riesgo de nuestro trabajo.
Cuando presentamos la misión decimos que nuestra misión es desde, con y para la comunidad. Esta afirmación no se puede quedar en las meras palabras. Así la definimos y así queremos orientarla de principio a fin. El contar con el Consejo de Pastoral y con los diferentes Servicios parroquiales, el Estudio de la Realidad, los Animadores de Grupos, son algunas de las señales que van en esa dirección.
Queremos dejar claro desde el principio, de palabra y con las actitudes, que es la comunidad la misionera y que nosotros somos colaboradores, instrumentos (palabra querida por san Vicente, aunque él la refiera más directamente a Dios).
2. En comunidad
Hemos afirmado nuestro trabajo “en equipo eclesial”. Cito, como testimonio, una de las cartas de presentación: “Vuestra parroquia, como lo hizo Jesús, quiere ofreceros un mejor servicio. Para ello, hemos pensado en organizar una Misión, que dará en nuestro parroquia un Equipo de misioneros, formado por PP. Paúles con alguna Hija de la Caridad y algún Seglar Misionero”.
Así nos presentamos y así intentamos vivir la misión. La composición del equipo varía; unas veces es más amplio y otras más pequeño. Pero siempre procuramos trabajar en equipo, conscientes de que todos no llegamos al mismo tipo de personas y “llegar a todos y cada uno” es un hecho evangelizador que nos acerca al auténtico y primer misionero, Jesús. Lo dijo con frase certera Cabodevilla: Y gol metió el equipo…
El sentido eclesial señalado arriba tiene su momento definitivo en la Asamblea final en la que, como culminación de la semana de Grupos de Encuentro, procuramos que resuene la voz del Espíritu que se reparte entre todos. Igualmente, esta fe en la Iglesia procuramos hacerla realista en un programa de continuidad en el que los misioneros venidos de fuera podemos estar o no presentes. Pero siempre será “la comunidad eclesial cercana” la que se comprometa y lo realice.
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