Encuentro vicenciano de Felgueiras, Portugal – Camino de la JMJ

El día de santa Marta a las cinco de la tarde (hora lusa) fuimos acogidos por nuestra familia vicentina portuguesa en Felgueiras, lugar emblemático para los hijos de san Vicente de Paúl en el país vecino. Allí estuvimos hasta el día 1de agosto por la mañana. 

Tras el reconocimiento de nuestras inscripciones y las indicaciones logísticas pertinentes fuimos encontrándonos con vicentinos de todo el mundo (cerca de sesenta países). Las banderas enarbolaban el cielo felgueirense como signo de paz y fraternidad entre los seguidores de Cristo bajo el carisma vicentino. 

Los casi mil quinientos participantes disfrutamos, cada día, de diferentes actividades que nos acercaron a conocer diversas realidades del trabajo de nuestros grupos y ramas en varios lugares de nuestro planeta. Cabe citar la conferencia de un miembro de MISEVI Eslovaquia que coordina la acogida de refugiados en la frontera de su país con Ucrania como muestra de atención integral junto con el perdón y la oración por el enemigo. 

El domingo 30 de julio, memoria de san Justino de Jacobis, presidió la Eucaristía el Superior General, el P. Tomaž Mavrič CM. En la homilía destacó la grandeza de nuestra familia en la diversidad de grupos y asociaciones en favor de nuestros hermanos necesitados. Además, el P. Tomaž estuvo presente todo el encuentro donde tuvimos la oportunidad de charlar amigablemente con él, destacando su especial preocupación, y sueño, de promover la pastoral vocacional en la Congregación de la Misión. 

Del mismo modo, participamos en un concierto oración en la hermosa Iglesia parroquial del pueblo y, en la noche del 31 de julio, en la típica procesión de velas mientras el rezo del rosario acompañado a la Virgen de Fátima hasta el montículo de santa Quitéria.

El lema del encuentro estuvo presente en nuestras vidas: “Não sou daqui nem dali, mas de qualquer parte onde Deus quer (no soy de aquí o de allí, si no de cualquier sitio donde Dios quiera)“. Lo vivimos en la internacionalidad de nuestro carisma y nuestra Congregación, en cada nuevo encuentro donde pudimos compartir una misma inquietud misionera y en el redescubrir que el buen Dios sigue acompañado la causa que Él nos regaló por medio de san Vicente de Paúl y santa Luisa de Marillac. Todo eso fue motivo de fuerza y esperanza en nuestro caminar vocacional. 

Con la finalización de este evento pusimos punto y aparte, camino a la JMJ Lisboa 2023. 

Josico Cañavate, C.M.