Fiesta de San Vicente de Paúl en Barakaldo
La Eucaristía celebrada por la festividad de San Vicente de Paúl tuvo lugar ayer a las 18:00h. en la iglesia del colegio SVP de Barakaldo, presidida por el P. Corpus Delgado y concelebrada por el P. Rogelio Vences, P. Mitxel Olabuenaga, P. Gregorio Ado y P. Félix Mariezkurrena, misioneros de la congregación de la misión.
En la celebración estuvimos diferentes miembros de la familia vicenciana, algunos participaron con las moniciones, lecturas, preces, ofrendas…Los cantos estuvieron acompañados por las guitarras de los estudiantes seminaristas del colegio.
Desde estas líneas agradecemos a todos su colaboración en esta Eucaristía.
El evangelio proclamado fueron las bienaventuranzas, Mt 5, 1-12, donde se muestra el rostro de Jesús y describen su caridad, el camino hacia la verdadera felicidad.
En la homilía, el P. Corpus recordó el valor de este curso en todos los centros vicencianos: La sencillez, con una frase que lo completa: “La sencillez brota del corazón”, mensaje reflejado plenamente en la bienaventuranza:” Dichosos los limpios de corazón porque ellos verán a Dios.”
San Vicente de Paúl vió a Dios en todas las personas, en los más pobres y necesitados, actuando con los criterios del evangelio, su vida fue sencilla, incluso en la oración; en definitiva, su vida y testimonio nos invitan a ser sencillos: ser auténticos, sin rodeos, sin engaños.
La frase de SVP” Mi sencillez es mi evangelio” resume y completa este mensaje, que
podemos hacer realidad en nuestro día a día.
La Eucaristía finalizó con unas entrañables palabras de Grisel Monti, la nueva presidenta diocesana de la medalla milagrosa. Ella nos recordó que “La familia es sagrada y los hermanos siempre unidos” añadiendo que así es cómo debemos sentirnos acogidos y amados por la familia vicenciana. Todos juntos unidos con devoción, siempre al servicio de la comunidad y la caridad.
Gracias Grisell por tu cercanía y cariño al compartir con nosotros tus palabras dictadas desde el corazón, desde la sencillez.
Con el afectuoso mensaje de Grisel, y las palabras del P. Corpus, recordando a nuestro santo, acabamos todos la celebración con un corazón lleno de Paúl.
Terminada la Eucaristía compartimos un encuentro en los pasillos del colegio, dónde pudimos saludarnos y desearnos un feliz día de San Vicente de Paúl.
Begoña Gorostiaga
Coordinadora de pastoral.
San Vicente de Paúl (de ahí el nombre de “misioneros paúles”), a pesar de las comprensibles limitaciones propias del tiempo en el que le tocó vivir (siglo XVII), tuvo un gran aprecio por la comunicación: llegó a escribir más de treinta mil cartas (alguna llegó a su destinatario varios meses después de su muerte). 
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