Fiesta de San Vicente de Paúl y la Familia Vicenciana – Pamplona 2024
El 27 de septiembre, fiesta de San Vicente de Paúl, las diversas ramas de la amplia Familia Vicenciana preparamos, de muchas formas y maneras, la celebración de esta importante memoria. La fiesta de San Vicente de Paúl se vive siempre con alegría, profundidad fraternidad y creatividad.
En el contexto del año de la oración, inaugurado por el Papa Francisco el domingo 21 de enero de 2024, con ocasión del V Domingo de la Palabra de Dios y como preparación al Jubileo del año 2025, “Peregrinos de la Esperanza”, celebramos, la familia vicenciana de Pamplona, la solemnidad de San Vicente de Paúl. La Palabra de Dios y el testimonio del Santo nos proponen como tarea ser mensajeros de la paz y de la buena noticia del evangelio en medio de nuestro pueblo.
Como es tradición, días antes, las diversas asociaciones de la Familia Vicenciana de Pamplona nos reunimos para preparar la eucaristía incidiendo este año, especialmente, en la misión para revitalizar nuestro carisma porque, como dice el Papa Francisco, “todo cristiano es misionero en la medida en que se ha encontrado con el amor de Dios en Cristo Jesús; ya no decimos que somos «discípulos» y «misioneros», sino que somos siempre «discípulos misioneros» (EG, n. 120), conscientes de que la misión es la “bombona de oxígeno” para la Familia Vicenciana, que se nutre de una vida espiritual profunda, como nos diaria San Vicente y como nos recuerda el Papa Francisco: “podemos hacer muchas cosas, pero sin oración no funciona. La oración es esencial para la misión de la Iglesia. Recemos para que nuestra relación personal con Jesús se alimente siempre de la Palabra de Dios y de una vida de oración”.
La eucaristía fue presidida por el P. Luis Miguel Medina y concelebrada por los compañeros de ambas comunidades. Nos animó a “ser contemplativos en la acción y apóstoles en la oración, porque la oración y la acción van de la mano en una sana espiritualidad. Divorciada de la acción, la oración puede tornarse escapista y a la inversa, el servicio privado de la oración puede resultar superficial, nos podemos convertir en una ONG (Papa Francisco)”.
Lo recaudado en la colecta de la Eucaristía será enviado para apoyar las obras sociales que las Hijas de la Caridad realizan en la región de Gaza. Terminamos la Eucaristía con el himno a San Vicente y dando gracias a Dios por el don de su vida a la Iglesia y a los pobres.
Terminamos compartiendo en el salón de la Milagrosa un piscolabis fraterno.
Martin Burguete, C.M.
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