La Milagrosa, los Auroros y la Asunción
Es conocida la tradición o la costumbre que todos los 15 de agosto se produce en nuestro barrio de la Milagrosa de Pamplona (antes era el barrio del Mochuelo). Digo tradición o costumbre por no saber cuándo comienza una o desde cuándo se le puede llamar costumbre. Sea como fuere, contemplamos que año tras año, y desde el punto de la mañana, el grupo de veteranos auroros nos visitan con sus cantos por la zona donde vivimos. Será el día grande de la Asunción. Visitas obligadas a la calle Abejeras, la Santa Casa de Misericordia y a la celebración en la Milagrosa de las 9,30 de la mañana. Tres centros vicencianos: Abejeras, Hijas de la Caridad de santa Catalina, La Misericordia, comunidad de Hermanas y La milagrosa, presencia misionera de los Padres Paúles. En este 2016, en calle Abejeras se encuentran con el fallecimiento de sor Angela de cuerpo presente. Aún así, cantan y oran por la hermana fallecida. En la Misericordia, con la población de 550 ancianos, cantan y toman unas pastas. En nuestra iglesia participan de la primera eucaristía en el día de la fiesta Mariana de la Asunción.
Supone una gran alegría recibirlos. La Iglesia se encuentra muy concurrida. Entre feligreses habituales y acompañantes de los auroros la iglesia está llena. Eucaristía de fiesta y de solemnidad. Las acordeones, las guitarras, los faroles, la voces roncas de auroros veteranos animan la celebración. El pueblo participa con sus cantos. Una gozada para comenzar el día festivo. Son múltiples los pueblos, villas y ciudades que en Navarra tienen a la Virgen de la Asunción como patrona. Por citar algunos: Tafalla, Mendigorría, Burlada… incluída la pequeña villa de Berbinzana.
Si san Juan Pablo II dijo de España ser “la tierra de María”, Navarra bien podía ser “el hogar de la Virgen”. Ella se pasea por nuestras calles contemplando desde su trono cada uno de los hogares. Se asoma a nuestras casas y contempla la situación familiar. No sólo por curiosidad sino para compartir las luces y las sombras en las que vivimos. Ella tiene experiencia.
Pero en este día la casa grande de la Diócesis, nuestra catedral dedicada a santa María del Sagrario o Santa María la Real, también tiene a la Asunción como patrona. Desde allí el Arzobispo celebra y bendice por la Diócesis.
Desde este Templo mariano, tan significativo en Pamplona, la Iglesia de la Milagrosa, pedimos la protección de María en su gran solemnidad y en este año tan peculiar de la misericordia, por todos los que en el Magnificat se han visto reconocidos en las palabras de María.
Sea Tradición o sea Costumbre, aquí estamos para recibir y dejarnos acompañar por este grupo de veteranos cantores. Los auroros de Pamplona. Gracias por vuestra visita anual. Les emplazamos en este año para participar un día de nuestra novena de noviembre, acompañándonos con sus cantos. Gracias.
Tomás Chocarro A., C.M.
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