Reunión de Formación Permanente – Zona de Canarias
Según teníamos programado hace tiempo, nos hemos juntado en la comunidad de La Laguna 12 misioneros en el día que se celebra la fiesta de los santos apóstoles Simón y Judas. Doce, pero ningún Judas, representando a cuatro comunidades. La multiculturalidad al poder: cinco nacionalidades diversas. El P. Salvador Quintero adscrito a la Comunidad de Lomo Apolinario también ha participado activamente.
Un cafelito y un sencillo picoteo durante la espera de los viajeros nos ha dado pie para preguntar por los compañeros que no han podido asistir. Nada más encomendarnos al Señor nos hemos interesado por la salud tanto del P. Yuriy como del P. Luis María que ha quedado en Jinámar por una pequeña indisposición. Así nos hemos sentido todos familiarmente cercanos y hemos orado con las preces de la hora tercia.
Hemos valorado “muy” mucho el tema preparado por el P. Antonello para la reunión de superiores y que la Comisión de Formación creyó como una buena opción en la antesala de los 400 años. Sí, ha gustado la claridad, la sencillez, y el desarrollo. Vemos a nuestro fundador llevando a cabo “esa fusión de horizontes”, “en el fluir de su historia”. San Vicente sabe interpretar y actuar en el tiempo y en los acontecimientos. Escucha, valora y se queda con lo que él interpreta que Dios quiere tras “rumiarlo” en el corazón, como dirían los clásicos. Tiene los ojos y el espíritu abiertos y receptivos. Va deslindando y a la vez abandona lo que antes pensaba era importante y ahora acoge lo que vive en claridad. Va pasando de hechos concretos a una evangelización programada según le dicta la experiencia de la vida. Descubre al pobre e “inventa la caridad” en la evangelización.
Valora a madame Gondi como “nuestra fundadora” y ella sale transformada en misionera con los misioneros, visitando, y sirviendo. Nos ha parecido una gran intuición de san Vicente, a la vez que una gran apertura el saber interpretar el momento en que se vive.
No nos habíamos fijado o no habíamos dado importancia al encuentro de los dos santos: san Vicente y san Francisco de Sales. Lo habíamos pensado casi como algo anecdótico. Nos ha llamado la atención la mirada del P. Antonello al llevar esta relación hasta calar en el “diseño” de la espiritualidad vicenciana. Parece que san Vicente acoge las columnas espirituales que denominamos como las 5 virtudes de la Congregación: “la sencillez en la predicación, la amabilidad en las relaciones, la santa indiferencia, el espíritu de condescendencia, el celo y el fervor apostólico”
Ha sido un texto muy acertado e importante para vivir el hoy y seguir creciendo en los acontecimientos de “cada hoy” haciendo esa fusión del nacimiento hace 400 años y de la presencia del “Espíritu que sigue generando nuevos brotes y nueva vitalidad”
Tras dialogar con tranquilidad y alegría hemos vuelto a poner en agenda las tres siguientes reuniones en fecha y lugar; la próxima en el Lomo Apolinario el lunes 16 de diciembre.
Y como el 25 de enero es la apertura de nuestros 400 años, hemos decidido las dos comunidades de Tenerife celebrarlo el lunes 27 de enero en La Laguna concelebrando la Eucaristía y compartiendo mesa fraternalmente
Agradecidos todos por el buen ambiente, invocamos a san Vicente para que nos enseñe a amar y compartimos la comida en hermandad.
Felipe García C.M.
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