Sencillez, Misiones Populares y Fundación…
Después del encuentro CEVIM en Piacenza y regreso a Teruel, hemos vivido una semana bien intensa:
Miércoles 23, el Retiro Espiritual predicado por el P. José Manuel Villar C.M.
El tema del Retiro mensual fue la «Sencillez», una de las virtudes, como decía San Vicente, que caracteriza la vida del misionero y debe animar todas nuestras acciones.
El P. José Manuel nos propuso dos definiciones de conjunto de esta virtud. La primera, apertura de corazón, mente y voluntad; condición necesaria para dejar entrar a Dios en nuestra vida, como lo hizo María cuando le fue anunciado el gran misterio de la Encarnación y dejó con resolución y confianza que el Espíritu de Dios actuara en ella. En segundo lugar, como fue la intención de San Vicente, la sencillez consiste en decir y hacer siempre y en todo la verdad.
Necesitamos vivir la verdad y tenemos que ser capaces de decir las cosas como son, sin ocultarlas o esconder nada, porque es por esta virtud, tan querida a nuestro fundador, como podemos alcanzar la integridad de nuestra persona.
El jueves 24, tuvimos una sesión especial sobre las «Misiones populares, ayer y hoy«. Nos guió en este día de formación el P. Pablo Domínguez.
La sesión se dividió en dos partes: en la primera, el p. Pablo nos explicó el origen de las misiones, con una mirada al contexto social y eclesial del siglo XVII, volviendo nuevamente al famoso sermón del 25 de enero 1617 en Follèville; en la segunda, nos acercamos a las misiones como se viven hoy.
La mañana estuvo dedicada a releer los datos históricos de las misiones en los tiempos de San Vicente y las motivaciones, el estilo de organización de los misioneros, la preparación y los objetivos. Importante y fascinante fue volver sobre las misiones realizadas y los resultados que se obtuvieron. Y también fue interesante ver quiénes eran los beneficiarios de las misiones, los pobres, los presos, los soldados… y otros muchos.
Por la tarde dimos un salto hasta el presente. A través de la experiencia del mismo P. Pablo, pudimos acercarnos a la realidad de las misiones de hoy en día, sus problemas y dificultades, pero también los resultados que alcanzan. Insistió en la importancia de la preparación y el trabajo en equipo que los misioneros encargados de las misiones deben tener para lograr buenos resultados.
El mensaje más importante creo que fue el de la importancia de mantener vivo el impulso misionero en el equipo, porque la unidad evidencia una presencia divina que trabaja con nosotros, por nosotros y en nosotros.
El viernes, 25 de enero, día de fiesta y alegría para toda la congregación.
Desde la mañana, intercambiamos saludos, no sólo entre nosotros en la misma comunidad, sino también con otras comunidades y cohermanos de las diferentes provincias: una comunidad mucho más grande con la que nos unimos a través de la oración, para alabar y bendecir a Dios por sus innumerables dones que a través de los siglos ha realizado en nuestra Congregación. Nuestra mirada de gratitud se dirige a San Vicente, por haber dado inicio en la Iglesia y para cada uno de nosotros al carisma que nos permite mantener la obra evangelizadora de Cristo en el mundo.
Deseando continuar viviendo en la unidad de Cristo y de San Vicente, os saludo en nombre de la Comunidad del Seminario Interno.
Francesco Pesimena, seminarista
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