Calabardina, lugar con nombre propio
Calabardina tiene nombre propio. No sólo por ser el topónimo de una pedanía del municipio murciano de Águilas, si no por lo que, para cientos de niños, de los barrios albacentenses de La Estrella-La Milagrosa eso significa a lo largo de los últimos años.
Durante todo el curso escolar el proyecto de infancia de la Obra Social Margarita Naseau de las Hijas de la Caridad, acoge, cada tarde, a una cincuentena de niños entre 6 y 16 años para la realización de las tareas de la escuela. Todo ello, combinado con alguna salida a diferentes lugares de interés cultural de la ciudad, la formación catequética, la merienda y los juegos basados en la coeducación y en el aprehender los aspectos fundamentales de los valores humanos. De este modo, el “campamento” de Calabardina es un momento esperado por todos aquellos que frecuentan, diariamente, el espacio conocido en el barrio como “los talleres”.
Este año el momento indicado esta siendo la semana del 26 de junio al 1 julio. El tema elegido para la ambientación del evento es “Nuestro superhéroe: Vicente de Paúl”.
Allí, junto con las actividades propias de playa y piscina, se centra la atención en los pasajes más importantes de la vida de nuestro fundador, sobre todo, en aquellos que pueden crear más expectación en los pequeños: la infancia, el cautiverio, la fundación de las Caridades, de la Congregación de la Misión o las Hijas de la Caridad… a través de gymkanas, veladas y juegos lo van haciendo propio.
Por otro lado, el carisma y el espíritu vicenciano vibran en el ambiente y en la convivencia fraterna de toda esa pequeña familia que se crea durante una semana en la costa aguileña. El diálogo y la caridad social quedan patentes en la interreligiosidad del grupo, además de en la riqueza de las diversas procedencias y lenguas. De todo ello, se aprende y comparte:
Como monitores están los tres educadores habituales, un chico del barrio de La Estrella y un chico marroquí del proyecto de inmigrantes.
Como cocineras van dos chicas que formaron parte del antiguo proyecto de Red Madre para aquellas muchachas adolescentes embarazadas a las que se les ayudaba a continuar con la crianza de sus hijos. Están chicas siguen muy vinculadas a las Hijas de la Caridad y a la Familia Vicenciana de Albacete.
Como coordinadora de todo el equipo está una Hija de la Caridad.
En las miradas y en los gestos de los niños se percibe el agradecimiento a sus educadores por regalarles una semana diferente. Para ellos quedará marcada en lo profundo de su interior el trabajo y la perseverancia de unas personas que, a pesar de su labor profesional, dedican mucho más tiempo al servicio de los más necesitados, especialmente a la infancia de nuestros barrios que sufren realidades muy difíciles en sus vidas.
Durante todo el mes de julio seguirán, por las mañanas, en una escuela de verano. En septiembre volverán con el mismo ánimo y la misma ilusión para trasmitir que el amor de Dios es posible y necesario en nuestro mundo.
Josico Cañavate, C.M.
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