Un Padre sabio y bueno
Reverendo Padre Don José Vega Herrera, Paúl Superior de la Comunidad de Padres Paúles de la Villa de la Orotava.
Estimado Padre, nuestra comunidad quiere expresarle el cariño, respeto y agradecimiento por su dedicación a lo largo de los 20 años de servicio como sacerdote en esta Parroquia.
Nació hace 86 años en Gran Canaria, en Tejeda, y se dice que la gente de Tejeda es cálida, hospitalaria, amable y acogedora, con un gran sentido de la comunidad y solidaridad. Ya mostró desde pequeño que tender la mano y ocuparse de los demás, de su numerosa familia, era su pasión. Nosotros hemos tenido la suerte de que todas estas raíces las echara en La Orotava y las hiciera crecer aquí, en el que es su pueblo también.
Ha realizado su trabajo pastoral en esta Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, San Diego de Alcalá, así como con los diferentes grupos y realidades de la familia Vicenciana de nuestra Villa, desde octubre de 2003. También trabajó con las Hermanas de la Caridad, dirigiendo, formando y guiando los retiros. Entre muchos otros cometidos fuera de nuestro municipio, destaca su experiencia como director del Seminario de los Padres Paúles de la Provincia de Zaragoza y sus misiones en Latinoamérica como formador de seminaristas Paúles. Ha sido Consiliario de la Comunidad de las Hijas de la Caridad y de la Asociación de la Medalla Milagrosa y reorganizó la hermandad de la Virgen del Santo Rosario.
No le quepa duda que deja una huella profunda en todos los que hemos tenido el privilegio de escuchar sus palabras, sus homilías, sus charlas, recibir su consejo y compartir momentos de espiritualidad, conocimiento y aprendizaje.
Usted Padre José, ha sido un buen sacerdote y un hombre bueno, sencillo y humilde, pero si hay que destacar algo más, es su sabiduría y su inmensa luz que nos ha guiado e iluminado en los momentos más difíciles que hemos vivido cada uno de nosotros. Una luz también que ha brillado en la alegría, con los niños, los ancianos, siempre pendiente de sus feligreses y de sus vecinos.
¡Y tanto que lo ha hecho! Podemos contar muchísimas anécdotas donde se muestra su empatía y atención hacia los demás.
¿Recuerda el día que subió corriendo asfixiado al campanario para decirle a los monaguillos: “chicos, chicos no toquen más, los vecinos se están quejando”
O, cuando le hemos preguntado: “Padre José, ¿cómo está?”
Y siempre respondía: “De primera”. Estuviese como estuviese.
Recientemente ha sido destinado a Pamplona para continuar allí su labor Pastoral. En palabras del Papa Francisco «Esta es la actitud del verdadero apóstol; seguir adelante con confianza, prefiriendo la inquietud de las situaciones inesperadas, a la costumbre y a la repetición. Esta valentía nace de la confianza en la grandeza de Dios, que ama obrar en nuestra debilidad»
Palabras que definen a la perfección su actitud, su personalidad carismática, Padre José.
A partir de este momento abrimos nuestro corazón a quienes se quedan en esta Comunidad de Padres Paúles, trabajando unidos por esta parroquia.
Gracias, gracias y mil gracias, por enseñarnos a creer, confiar, amar, respetar y servir más y mejor a Dios.
Gracias por transmitirnos esa devoción, sin igual por nuestra Madre de la Medalla Milagrosa, San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac, santos de marcado carácter asistencial y que está tan arraigado en las comunidades de los Padres Paúles e Hijas de la Caridad.
Se lleva con usted un trozo de nuestro corazón. Recuérdenos con alegría, como esa que usted contagia con su sonrisa.
Esperamos que el conocimiento que ha compartido con tanta generosidad, continúe inspirando a otros.
Pedimos al Señor y a la Santísima Virgen le bendigan y le protejan en su nueva andadura..
Dña. Herminia González Méndez
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