DÍA DE LA MERCED EN EL CENTRO PENITENCIARIO LA TORRECICA. ALBACETE
El pasado 24 de septiembre, con motivo de la festividad de Nuestra Señora de la Merced, patrona de las Instituciones Penitenciarias, se celebró en La Torrecica la Eucaristía presidida por nuestro obispo, Mons. Ángel Román Idígoras, a las 10 de la mañana.
Don Ángel, con una larga experiencia en la pastoral penitenciaria —especialmente en la cárcel de Estremera durante sus últimos años de ministerio en la diócesis de Alcalá—, mostró en sus palabras la cercanía y sensibilidad propias de un pastor curtido en este servicio.
En su homilía, el obispo subrayó la necesidad de humanizar la institución penitenciaria, recordando que toda persona, más allá de sus errores, posee una dignidad inalienable por ser hijo de Dios. Invitó a vivir la fe como camino de esperanza, insistiendo en que todos estamos llamados a colaborar y complementarnos unos a otros, creando lazos de fraternidad y apoyo mutuo.
La celebración estuvo concelebrada por el capellán del centro, P. Santiago Azcárate, por el delegado episcopal de Cáritas, José Antonio Abellán, y por José Luis Cañavate, voluntario del equipo de pastoral penitenciaria.
Tras la Eucaristía, se entregaron a los internos unos dulces como signo de alegría compartida. Además, la jefatura del centro penitenciario felicitó al equipo de pastoral por el bien que realiza en La Torrecica, agradeciendo la presencia constante de la Iglesia junto a los internos. Pues, la pastoral penitenciaria no se limita a momentos puntuales, sino que mantiene un compromiso semanal constante: los lunes se ofrece un taller de lectura, los martes se celebra la catequesis y la visita a los módulos, los viernes por la mañana se imparte la catequesis de confirmación y, por la tarde, se comparte la Eucaristía con un coro que anima a la celebración.
Finalmente, los miembros del equipo pastoral concluyeron la jornada compartiendo una comida fraterna, gesto sencillo que refuerza la comunión y el servicio en esta misión tan significativa.
La Virgen de la Merced, Madre y Protectora, sigue siendo inspiración y compañía en el camino de todos los que, dentro y fuera de las rejas, buscan la libertad verdadera que sólo Cristo puede dar.
Josico Cañavate, CM.
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